miércoles, 3 de julio de 2013

Vos

Personas auténticas. Que nuestros hechos concuerden con nuestro discurso, con las convicciones que expresamos verbalmente. Se dice, que es más impactante lo que hago que lo que digo: los hechos acallan las palabras. Por esa razón, como mujeres cristianas que queremos crecer y ser más "como Cristo", nuestra meta primordial es ser auténticas. La autenticidad implica ser lo que se es por origen. Dios nos hizo criaturas originales, individuales al grado de ser, como decimos siempre, "únicas e irrepetibles". Nuestra meta consiste en desarrollar esas cosas únicas que nos hacen ser "yo misma". Crecer con la ayuda de Dios que nos transforma, desarrollar nuestra personalidad única para ser esas mujeres que Dios planeó que seamos para bendecir a muchos.
Permitamos que Dios nos revele quién es Él; y de la misma manera, dejemos que Él nos revele quiénes somos nosotras, como género y como individuos. Cuál es su diseño, su plan para implementar todo lo que potencialmente somos.
Que podamos reconocer cómo somos, nuestros puntos fuertes, nuestros puntos débiles, nuestras capacidades y dones, nuestros talentos, y sobre todo el propósito especial de nuestra vida. 
Más allá de tu idiosincrasia, tu entorno, tus hábitos y rutinas, tu trabajo o profesión, Dios te dio vida para que hagas algo específico con ella, algo trascendente. Vivamos de una manera que honre a Dios cumpliendo ese plan maravilloso, de alcance eterno. que Él preparó para cada uno de nosotros. Seamos mujeres auténticas y sabias. Porque al ser lo que Dios anhela que seamos, alcanzaremos la totalidad de su propósito y seremos mujeres plenas.