martes, 21 de enero de 2014

Nota para vos

Estoy seguro de que esta nota te llega en el momento indicado; leela con atención:
¿Sabés que sos una persona más especial para Dios? Él te está viendo en este momento tal cual sos y sabe perfectamente de tu situación, de lo que has hecho mal, de tu dolor y aunque te sientas rechazada, Dios te dice en este momento:
“Vos sos lo más hermoso para mí. Quiero restaurarte, quiero que sepas que aunque tal vez te sentís miserable, yo veo en vos un valor incalculable. La miseria que ves en vos, yo la convertiré en una piedra preciosa, un instrumento de mi amor, para que otros vean las maravillosas obras que yo puedo hacer. Levantate ahora, criatura mía, sacudite el polvo de tu tristeza y vestite con mi misericordia. Tomá todos tus harapos y acercate a mí. Vení así como estás. Voy a cambiar esas ropas que tenés y las transformaré con mi amor. No pensés que todo es en vano. Yo nunca desecho a quien viene a mí. 
¿Te preguntás "Cómo empiezo"? Abrí tu corazón a mi amor, y contame lo que te falta, lo que te aqueja. Poné delante de mí tus debilidades y dejá que yo obre. No esperés que suceda algo mágico; dejame ordenar todo lentamente. No te sorprendás de que todo se dé vueltas (como no lo imaginabas); mirá que mi mano está construyendo y deshaciendo lo que debe cambiar, lo que debe ser restaurado.

Podés repetir las palabras del Salmo 86:3–7:
“Ten misericordia de mí, oh Señor; porque a ti clamo cada día.  Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. Porque tú, Señor, [eres] bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
Escucha, oh Señor,  mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos.  En el día de mi angustia te llamaré; porque [tú] me respondes. " 
Ahora solamente amá,  apartate de lo malo y hacé lo bueno. ¡Y te prometo que yo te bendeciré!

jueves, 2 de enero de 2014

Año nuevo, vida nueva

El año nuevo nos llena de expectativas y esperanza. Pensar en el futuro despierta en nosotros con más fuerza las ganas de emprender, de soñar y de planificar. Pareciera que todas las cosas tienen un nuevo comienzo. La sensación que tenemos es la de percibir todo como “nuevo”. Los planes, los proyectos, el estudio, el trabajo, las dietas, las rutinas diarias, de repente, adquieren “calidad de nuevo”. Queremos hacer, como suele decirse, “borrón y cuenta nueva” y empezar una página en blanco. Aclarar las ideas, desenmarañar los conflictos, pensar soluciones, buscar con más orden una estrategia de acción para tratar con lo nuevo, con lo que viene. 
El inicio del año también nos transmite la idea de que “todo puede cambiar tan fácil como cambiamos de año". Eso suma entusiasmo y fuerza. Incluso parece que podríamos dejar atrás las cosas que no nos gustan, lo que ya no queremos en el nuevo tiempo. Pero, los cambios se generan con decisiones: veamos qué cosas mejorar, qué cosas podemos y debemos cambiar y decidamos. 
La buena noticia es que Dios puede darnos un nuevo comienzo, una nueva oportunidad. Si creemos en Él, nos da un corazón nuevo y una mente renovada. Un vida nueva con Dios en la que todo es posible, hasta esas cosas que por años quisimos cambiar y no pudimos. Por la fe en Jesús, el Hijo de Dios, se nos da una vida abundante, y una vida que no se acabará jamás. Recibimos paz, porque Él quita la culpa que el mal nos deja en el alma cuando no obramos bien. Y además, somos hechos hijos de Dios, con todo lo que eso implica.
Este año nuevo puede darte una vida nueva de verdad. Solamente hay que tomar la decisión de confiar en Dios. Recibamos todo lo bueno que Dios tiene en este año. Empecemos a disfrutar de esos planes de Dios y seamos parte de ellos. Con Él todo es posible.