Una página en blanco. Eso nos das
cada día. Para escribir allí, con hechos, acerca de tu Amor. Señor, nuestros hechos
deben hablar de Vos. La gente debe ver en esta vida
cotidiana que sos real, que nos amás con amor eterno, y estás buscando a cada
ser humano para darte a conocer, para bendecirlos con la salvación.
Cada día, un nuevo comienzo. Oportunidad para
mejorar, perfeccionarse y compartir con otros tu mensaje de amor. El mundo está tan necesitado...¡Y Vos, Señor, le das cada día una
oportunidad nueva!
Podemos presentar tu amor. En medio de la necesidad, tu amor. En medio del dolor, tu amor. En medio
de la desesperación, tu amor. En medio de la incertidumbre, tu amor. En medio
del temor, tu amor que vence todo temor.
Señor, podríamos hablar de tu
santidad, de tu justicia, de tu poder, de tantas maravillas... y lo hacemos muchas veces. Pero, Vos sabés que nada cautiva
tanto el corazón humano como el amor, tu amor eterno, incondicional, gratuito ¡infinito!
Hoy, otro día. Otra página en
blanco. Dirigí nuestro mundo. Dirigí nuestros pasos, Señor. Poné en nosotros tus palabras, tus sonrisas, tu
amor eterno, para compartirlo con muchos, para que te conozcan. De eso se trata la vida. Ni más
ni menos. Compartir tu mensaje. ¡La verdadera Gran Aventura!