domingo, 3 de abril de 2016

Sin desesperarse

¿A quién le gusta esperar? No unos minutos; mucho tiempo. Todos podemos esperar, "sin desesperar", cierto tiempo. Pero, esperar un tiempo prolongado ya no es tan fácil. Lo sabemos por experiencia. Sin embargo, cuando consideramos que no estamos solos, y que en esta espera que se extiende Dios nos acompaña y es quien limita el lapso de tiempo antes de la respuesta...¡eso sí que cambia las cosas!

No es lo mismo esperar sin esperanza, que esperar confiados en que la respuesta está cada vez más cerca. La Biblia dice "Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor. (Romanos 5:5, NTV)

Por eso, esperemos en Dios, ¡y no nos desesperemos! Dios nos ama. Dios prepara cada día para nosotros. Dios pone límites a las dificultades que nos encontramos. Él nos ayuda. Y tiene un propósito de bien, siempre.

¿Tenemos que esperar? Hagámoslo con esperanza, confiados en Dios. Recordemos que Dios es nuestro Padre, el Padre Perfecto, ese Padre que todos hubiéramos soñado tener. Y Él es bueno.  ¿Cómo no esperar confiados? Sabemos que no estamos solos. El Dios Todopoderoso nos acompaña y Él prometió darnos todo lo que necesitamos. Eso incluye la paz, la fortaleza, la esperanza y la alegría. Todo.

 Dios está con nosotros. Que esta verdad tan maravillosa alimente tu fe y tu confianza en Dios en este mismo momento. La respuesta puede estar más cerca de lo que te imaginás.