Una de las mayores preocupaciones del ser humano, es
el futuro, el mañana. Sin embargo, Dios nos dice: “No se preocupen por el día de
mañana”. Dios es nuestro Padre, el Padre Perfecto, y
prometió cuidar de nosotros. En sus manos están nuestros tiempos, nuestros
días, nuestra vida. Sabemos que Dios es amor y nos ama con amor eterno… ¿por
qué no confiar, entonces, que nuestra vida está segura en sus manos?
La ansiedad nos asalta y nos apresa. Nos turba y nos
altera de modo que no nos permite disfrutar el hoy. Pero si consideramos las
palabras que Dios nos ha dicho, podemos descansar, dejar toda preocupación en
Él y vivir mejor.
Vivir confiando en Dios es la mejor manera de vivir.
Dios también dijo: “Oren sin cesar”. Y, además, nos
animó a pedir en oración todo lo que necesitemos; a contarle todo lo que nos
pasa y confiar en que Él oye y Él hará lo que sea necesario, y más. Oremos, hablemos con Dios. Conversemos
sobre nuestra vida y nuestra necesidad, sobre nuestros seres queridos, sobre lo
que nos preocupa, y confiemos como un niño confía en su papá que no falla.
Nuestro Dios dijo: “No temas. Todo estará bien”. Entonces, “Todo estará bien”.
La fe (la confianza) agrada a Dios. Confiá, confiemos, sencilla y sinceramente. Y veremos que todo, absolutamente todo estará bien, sin importar las crisis, los
problemas o dificultades que puedan surgir. Sin importar las situaciones individuales, nacionales o mundiales. porque Dios es soberano y Todopoderoso y Él sigue en control. Ánimo. Confiá y no lo dudes: ¡Dios cuida de vos!