lunes, 15 de agosto de 2016

Último recurso

Qué bueno es ese tiempo de la sonrisa fácil. Cuando todo lo que podemos vivir resulta en una gran satisfacción, sin importar si es difícil, o representa un sacrificio. Pero, reconozcámoslo. no siempre es así. Hay momentos en que la sonrisa se desdibuja, se borra, desaparece. Aunque intentemos mantenerla, el corazón se quiebra, y duele tanto que quiebra también el alma. Momentos difíciles. No los podemos evitar. Es en esos momentos, especialmente, en que Dios nos invita a buscarlo, a sentarnos en su presencia, a solas, a acudir a Él.

"... confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón, porque él es nuestro refugio." (Sal.62:8, NTV). 

No hay nada que Él no sepa, ni nada que Él no pueda hacer. No hay nada imposible para Dios. Y, lo que es muy importante: Él quiere ayudarnos, quiere hacerlo, hacer realidad lo que a nosotros nos parece imposible. A veces los momentos difíciles son simplemente una llamada de Dios, para que nos acerquemos más, para que confiemos más en Él, para que le contemos todo lo que nos pasa, ¡para que le demos a Él una oportunidad para ayudarnos! Dios siempre está listo para ayudarnos y enseñarnos todas las cosas.
 
A menudo optamos por agotar todos nuestros recursos, y recién cuando nos vemos sin salida acudimos a Dios. ¡Que el Señor no sea nuestro "último recurso"! ¿No sería mejor buscar su ayuda primeramente? ¿Y evitarnos agotamiento y el pesar? Ciertamente sí. Cuando las cosas que vivimos nos quiten la sonrisa, no corramos de aquí para allá. Hablemos a solas con Dios, pidamos su ayuda, su consejo, su sabiduría, su fuerza, su abrazo. Dios ha prometido victoria, paz, y gozo a todo aquel que le busca con un corazón rendido ante Su amor.