lunes, 9 de enero de 2017

Pacificadores

En un mundo que parece cada vez más violento, los pacificadores pueden parecer seres de otro siglo. Sin embargo, hay una riqueza oculta en ser un pacificador: eso trae gozo a tu vida y a la vida de otros.
Un pacificador hace todo por traer paz en cualquier situación adversa. Hará más que lo posible por terminar conflictos y enfrentamientos. Con diálogo, sin negociar valores ni transigir al pecado, pero procurando acuerdos. El pacificador propiciará un ambiente de serenidad para la reflexión y una toma de decisiones consciente y no emocional o pasional. 
 
La mansedumbre es un regalo de Dios. El carácter pacífico y manso, fuerte en su firme tranquilidad, es resultado de un proceso que nos enseña a valorar la belleza de la paz  
Los pacificadores son seres "mansos", llenos de mansedumbre. Una característica especial que nos hace lentos para enojarnos y a la vez fortalece nuestro carácter para no ser esclavo de las emociones.
  
Busquemos la paz, y busquemos ser pacificadores. Que cuando lleguen los conflictos nos encuentren bien parados en nuestra certeza: es mejor la paz, siempre.

La Biblia dice que Dios es nuestra paz, y que Él nos da su paz, esa paz que es verdadera y duradera. 
Hablemos con Dios, como con un amigo, y permitamos que Él nos enseñe, porque Él es Dios de paz.