¿Quién puede estar seguro en un
mundo lleno de inseguridad? En un tiempo de tanta violencia y falta de
humanidad, ¿quién puede vivir en paz y sin temor?... Para muchos la respuesta
es "Nadie". “Nadie que esté en su sano juicio.” Sin embargo, quienes
confiamos en Dios tenemos la seguridad de que Dios cumple sus promesas. Lo
sabemos. Y muchas de las promesas que nos ha dejado se refieren a la seguridad,
al vivir seguros y al vivir en paz. El Dios que nos creó sabe que necesitamos
su ayuda y nos dejó de antemano promesas que nos alientan y tranquilizan. Eso nos da una inefable seguridad y un fuerte consuelo.
Él prometió estar con nosotros siempre. Prometió ayudarnos. Prometió ser
nuestra defensa y nuestro escudo. Nuestro refugio es Él. Nuestro
sustentador y protector. Nos
prometió su compañía y una vida abundante y vida eterna. ¡Sabemos que Él siempre cumple sus promesas!
¿Hasta
ahora anduviste por caminos lejos de Dios, hiciste todo mal, dudaste de
su amor, no le creíste? Si te arrepentís de todo eso y confiás en su amor, Él
te perdona como un Padre amoroso perdona a su hijo que se equivoca. Te animo a confiar. Todavía estás a tiempo de vivir una vida diferente sin temor. ¡Aunque parezca que en el mundo esté casi todo
mal! Dios es bueno. Incontable número de personas, millones y millones en todo
el mundo, ¡lo sabemos!
No te
sientas excluído: esas promesas son para todo el que acepte creer y
recibirlas. Dios será tu Padre Bueno y vos podrás ser su hijo. Creé que
Jesucristo es el Hijo de Dios y recibilo como Señor y Salvador. Él murió en la cruz y
resucitó para darnos vidas con propósito y vida eterna. Su amor nos libera de todo temor. Hablá con Dios. Él te ama como nadie. ¡Y nunca falla!