martes, 30 de mayo de 2023

Rima

No hace falta rima

Para hablar del Autor de la poesía,

Para gozar el día,

O para ver el milagro de la vida.

 

No hace falta rima,

Pero, las palabras burbujeando, vivas,

Exaltan a Aquel que es la Vida 

Y  da vida que nunca termina.

 

No hace falta rima

Para hablar de belleza y poesía,

¡Pero el alma hace rimas

Al pensar en Aquel que me cuida!

¡El Dios que nos ama, con amor nos mira!


martes, 23 de mayo de 2023

Exentos

Se cubre de nubes el cielo. La vista descansa en esa opacidad de los nuevos tintes. El filtro de luz, los cúmulos grises, nos pintan todos los colores otra vez. Acentúan algunos y matizan otros. Basta detenerse a mirar un poco y te cautivan los cambios que originan las nubes. Ese nuevo verde mutando con gris. El blanco, que ahora es tiza, no hiere los ojos y transmite calma, tan opuesto al brillante relucir que recibe del sol. La tierra, sedienta con el sol de mayo, intenso por demás y equivocado, quizás agradece ese auspicio de lluvia. Nos surge preocuparnos por el peinado, la ropa tendida o lo que dejamos al aire libre, o mojarnos al regreso a casa. Pero el mundo vegetal y animal respira la esperanza de la lluvia que se aproxima. Cielo nublado es descanso y esperanza de vida para muchos.

Llueve y hay mucha belleza en la tarde gris. ¡Hay tanta hermosura! Esa que nos dice a voces que Dios nos ama, que Dios existe, que hay esperanza. Hay alegría preparada para los que le creen y lo aman. Nos recuerda que Jesús vino a mostrarnos a Dios. Vino a abrir nuestros ojos para descubrir su bondad que nos rodea y que a diario nos hace bien. Pero ante todo, vino a rescatarnos del desvío en el que nos metimos y encaminarnos de regreso a Dios, a su presencia.

¿Adónde van mis pasos? ¿Me encaminan a Dios? La vida con Dios no es "un camino de rosas", no es un andar sin problemas. Pero, sólo en Él tenemos la garantía de su compañía, de su ayuda y su socorro. Y eso es más que suficiente, sin lugar a dudas. Con Dios a nuestro lado toda dificultad será momentánea, toda adversidad, pasajera. Él secará toda lágrima y transformará la tristeza en alegría.

No busquemos vivir exentos de dificultades. Mejor busquemos vivir con Aquel que venció todo mal y nos hace más que vencedores en toda circunstancia. No estaremos exentos de problemas, pero te aseguro que estaremos ¡exentos de derrota! Nadie puede vencer a Jesús. Ni la muerte lo pudo vencer. Él es Dios, nuestro Salvador. El regalo de Dios para todo aquel que cree en Él, para todo el que lo quiera recibir.

martes, 16 de mayo de 2023

Clima

Nos asombra el cambio climático anunciado hace años, aunque ya lo experimentamos por décadas. Nuestro descuido ha trastocado el mundo y modificado la belleza de cada estación. Rogamos por la lluvia en estos tiempos de sequía, casi tanto como los animales sedientos y la tierra resquebrajada. Esas sequías que exhiben los cauces y desatan incendios exigen acciones. ¡Dependemos tanto del clima! La vida misma depende de ello. Y apenas estamos entendiéndolo. 
 
Debiéramos habernos puesto límites. Pero no. Solían asombrarnos las inundaciones, las regiones resecas, los tornados y huracanes, los aluviones y los terremotos, pero se volvieron las noticias diarias. Quizás solíamos maravillarnos con fenómenos naturales impresionantes, pero a menudo las cosas se salen de control. Este mundo necesita conocer a Dios, el Creador que lo hizo todo bien.
 
Ya hemos probado como humanidad que solos no podemos. A Dios no le sorprende nada. Más aún: preparó la salida. Nos envió al Salvador, a su Hijo Jesús, quien venció por nosotros y derrotó a la muerte para siempre. Él es el Redentor que nos rescata de nosotros mismos y redime nuestra alma. Él es por Quien clama toda la creación para ser libre de todo el mal que hemos causado.

Todos necesitamos saber que Dios existe. Que ha hecho todo para ayudarnos y salvarnos. Que sus planes son los mejores. Sólo Él tiene poder para transformar todo y a todos. Pero depende de cada uno de nosotros, porque Él respeta siempre nuestra decisión.

Podemos acudir a Dios en todo momento. Hoy mismo. ¿Por qué tardar?  "Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian", dice la Biblia (Salmo 34:8, NVI). 

¿Ya conocés a Jesús? 

 

jueves, 11 de mayo de 2023

Enfoque

Pareciera que mueren los árboles en invierno. Podría pasar por algo insignificante, pero asombra porque si nos enfocamos tanto en lo que "muere" en apariencia, nos olvidamos del proceso que renueva y los hace más fuertes. Pierden ramas, cambian el color las hojas, se secan y se caen; la corteza se fragmenta y se quiebra; se inclinan, se tuercen los troncos. Reciben el azote de inclemencias, el frío, la escarcha, el viento, incluso la nieve. Parecen frágiles los árboles, hasta endebles, a pesar de la robustez de algunos o el desafío de las hojas perennes y la resistencia de las coníferas. No obstante, mantienen esa fortaleza latente, esa vida interna, esas raíces firmes que alimentan.
 
No mueren los árboles; se fortalecen en el silencio de la temporada que los vivifica. Ya nos demostrarán otra vez que la vida sigue latiendo en esa savia adormecida, en las ramas rotas y en el tronco descascarado. La primavera llama y la nueva vida despierta la fuerza que se pone en movimiento: corre la savia por las ramas, surgen los brotes y las hojas nuevas, y otras ramas reemplazan las caídas. En la vida también hay procesos, que desde afuera no son perceptibles. Podemos tener una percepción equivocada si nos quedamos solamente con lo que vemos. 
 
Quizás debamos recordar que la vida germina en silencio. Lo importante es lo que ocurre dentro. ¿Hay fuerza nueva gestándose en el corazón? ¿Esperanza adormecida? ¿Hay ilusiones o frustraciones? Hay un propósito, un extenderse más allá de ese proceso que estamos viviendo. No nos enfoquemos sólo en lo negativo o en lo perdido, porque Dios nos creó con propósitos y planes de bien. 

Quizás estés pasando por "un invierno de la vida" y te sientas enojado o despojado como un árbol. Estás enfocado en eso y no ves otra cosa. Pero con Dios tendrás nueva vida. Será un proceso, un paso hacia un renuevo total. Él puede tomar hasta nuestros fracasos y darnos una vida fructífera, sin lugar a dudas. Solamente espera que lo invitemos a ser parte de nuestro vivir. Más aún: espera que dejemos el control en sus manos. Él nos dirigirá por el mejor camino. Afiancemos nuestras raíces en el amor de Dios que nos sustenta. No tenemos por qué darnos por vencidos.
 
No estás solo en tu invierno personal: Dios te ama, te ve y preparó todo para darte vida y vida eterna. Tenemos que recibirlo por la fe en Jesús. Y verás que, como el proceso del árbol, lo que parecía el fin, ¡era sólo el comienzo!

lunes, 8 de mayo de 2023

En todas partes

Te encuentro en todas partes.

En el café y en el trabajo,

En la casa y los árboles...

Todo me habla de vos, por lo bajo.

 

Desde que te conocí,

Te encuentro en todas partes

Porque estás aquí

Hablando o sin hablarme,

¡Como lo prometiste! 


Como un secreto compartido,

Te encuentro a Vos,

El que murió y resucitó por redimirnos.

 

¿Cómo no hallarte en los detalles?

Si hasta el aire que respiro

Me mueve a adorarte.

 

¿Cómo no amarte cada día?

Si el corazón que me diste

Vive de tu alegría.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Hijos

"Si Dios existe, ¿estará tan ocupado como nosotros? ¿Tendrá tiempo para ver lo que nos pasa? ¿Querrá ayudarnos?" 
Son preguntas que muchos consideran en su interior, sin siquiera, quizás, mencionarlas. Pensamos acerca de Dios con nuestros parámetros humanos, limitados y defectuosos. Pero Dios es Dios.  Él es Perfecto. No es como nosotros. Nada lo limita, ni lo distrae ni lo cansa. Por tanto, Dios jamás está demasiado ocupado. Siempre está atento a nuestra vida. 

Podemos hablar de muchos atributos o características de Dios, como su santidad y omnipotencia. Pero una que nos impacta mucho es su bondad y amor. Tal vez sea porque existe una creencia errónea, que se transmite por generaciones, acerca de que Dios es un ser severo, que no quiere nuestro bien sino que espera que nos equivoquemos para castigarnos. ¡Eso es un error tan grande! Dios es bueno. La Biblia lo dice así: "¡Alaben al Señor porque él es bueno! Su gran amor perdura para siempre." 

Aun siendo Todopoderoso, jamás usaría su poder para hacernos mal; sí para defendernos. Su poder no excluye ni opaca su compasión y su ternura. Él ha querido que seamos diferentes a sus criaturas; somos su obra especial, una obra maestra, su tesoro preciado. Y nos ama tanto que nos ha llamado sus hijos: cuando venimos a Él, nos hace sus hijos.

¡Ah! Que todos puedan comprender y recibir qué grande es el amor de Dios y conocerlo. Si supieran que Dios es amor, que se alegra en bendecirnos, que está dispuesto a perdonarnos toda vez que nos arrepentimos, que nos ayuda a crecer y ser mejores y nos cubre de bondad. Que todos lo sepan... ¿Cómo no creer en Él? ¿Cómo no amarlo también, como Él nos ama?

Dios nos ama de una manera que escapa a nuestra comprensión, porque es un amor incondicional y eterno: "Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos!"

Dios es justo y santo y el mal no puede estar con Él. Pero Él envió a Jesús  para librarnos del mal, hacernos justos y santificarnos a fin de que estemos con Él para siempre. 

Su bondad se renueva todos los días y su perdón está disponible para todo el que lo quiera recibir: "A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." 

¿Creés en Dios? ¿Creés en Jesús? Si no es así, te invito a creer y a recibir todo lo bueno que tiene para vos. ¡Vas a descubrir la maravillosa experiencia de ser hijo de Dios!