martes, 24 de diciembre de 2019

Rescate

Estábamos perdidos. Sí. El pecado nos alejó de allí, de nuestro Hogar. No sabíamos cómo llegar al Cielo. Cada vez empeoraba la situación y una generación tras otra se alejaba más de Dios. Habíamos perdido el rumbo. Sin embargo, el amor eterno de Dios nunca nos ha olvidado. Más aún: desde el momento en que la humanidad (en Adán y Eva) decidió desobedecer a Dios, Dios ya tenía un plan para rescatarnos de esa pésima decisión. A lo largo de la historia siempre ha estado con nosotros, desde el principio, guiándonos para volver a Él. Llegado el tiempo, Dios envió a su Hijo, a Jesús, para mostrarnos su amor, para mostrarnos a Dios y el camino hacia Él. 
En Navidad celebramos ese hecho. Celebramos que Jesús vino, nació, vivió y murió en la cruz para cumplir el plan eterno de rescate. ¡Y resucitó! Venció a la muerte, al pecado y al mal. Nos dio la vida verdadera. Y aún más, nos dio el regalo de la vida eterna. ¿Regalo? Sí: porque lo único que nos pide es creerle y recibirla. 

La Navidad es una conmemoración del hecho más maravilloso de la historia: ¡Dios mismo vino a buscarnos! 

Porque estábamos perdidos. Porque Él preparó el Cielo para cada uno, y solos no podíamos volver. El amor de Dios nos rescató. Para siempre.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Todos los caminos conducen a Roma

"Todos los caminos conducen a Roma": Era una frase muy usada para denotar la excelente obra realizada por el Imperio Romano en la extensión de caminos que lo mantuvieran intercomunicado. Después, esa frase comenzó a utilizarse para  mostrar que hay muchas maneras de llegar a un mismo fin. Incluso se usa para transmitir la idea de que “toda religión es buena porque todas te llevan hacia Dios”. Lo cual es una falacia. Dijo Jesús: Yo soy el camino, la verdad y la vida; y nadie viene al Padre sino por mí”. Jesús es el único camino que lleva hacia Dios, hacia el Cielo.
 
Todos los fundadores de religiones murieron, porque eran solo hombres. 
Jesús resucitó de lo muertos y vive para siempre. Porque Él es el Hijo de Dios que se hizo hombre para mostrarnos el verdadero camino al Cielo.

No lo dudes. Millones y millones han comprobado la veracidad de esta afirmación en sus propias vidas. Dios te ama  ¡y envió a su Hijo para hacértelo saber!