viernes, 30 de diciembre de 2022

Los Vencedores

Llegamos a un fin de año lleno de festejos mundiales. "Hola, mundo: ¡somos campeones!" 

De manera increíble, este triunfo ha logrado traer una alegrìa inusitada y necesaria a todos, una actitud de unión y de amor a la patria y a su gente. Es un campeonato de fútbol, sí; pero las implicancias han sido bienvenidas, recibidas y celebradas con la argentinidad a flor de piel, con solidaridad, emoción y efusividad inusuales.

Mientras celebrábamos nos sorprendió el fin de año, y nos dimos cuenta de lo bueno que ha sido terminarlo así, a pesar de todo lo demás. Venimos con el envión del festejo, destilando entusiasmo y ganas y seguimos dando gracias a Dios: por este gran final y por la nueva aventura que nos depara el 2023 también. Y confiamos en Él.

¿Será que Dios ha estado en todo eso? ¿Será que estuvo pendiente de esos días de "sufrimiento masivo" en que la esperanza luchaba contra viento y marea para que la "Scaloneta" trajera la Copa? ¿Será que el Creador se humilla a mirar a este mundo que persigue la alegría como ellos los goles? 

Sólo sé que Dios nos ama. Sólo sé que Él nos dijo: "Yo voy a estar con ustedes todos los días hasta el fin del mundo". Sólo sé que Él creó la alegría, el regocijo, el júbilo, la algarabía. Sólo sé que se deleita en hacernos bien... Y que comparte la alegría de nuestras metas terrenales aunque tiene propósitos sublimes y más altos.

Al terminar este año y comenzar el nuevo, recordemos que el Dios verdadero nos ama, que le importamos, que se alegra con nuestro bien. Y, ante todo, quiere hacer de cada uno de nosotros esos campeones de la fe, esos vencedores, que vencen cada día con el bien al mal. 

Porque Dios nos ama tanto que envió a Jesús, su Hijo, para salvarnos de nuestra propia maldad y hacernos "más que vencedores".

martes, 20 de diciembre de 2022

Nació

Él nació y ya nada fue igual. La historia lo registra, lo  documenta, recibe su impacto: dividió la historia en un antes y un después. Nació y su nacimiento transformó el destino eterno de la humanidad. Un nacimiento único, de un Hombre Único, de Aquel que se hizo hombre para cumplir su misión:  el rescate, el volvernos a Dios.

¡Ese nacimiento significó tanto! Trajo a Dios con nosotros. Trajo la paz genuina, la alegría. El perdón por la fe en Jesús. La reconciliación y la amistad con Dios. Trajo verdadera vida.

El motivo y la razón de la Navidad es Él: Jesús, el Hijo de Dios. Él vino al mundo para salvarnos con su propia vida. Vino a ofrecernos la oportunidad de vivir con propósito, con sentido y trascendencia. Él vino para que podamos vivir para siempre. ¡Él vino a darnos una eternidad bendita y dichosa!

Y en Navidad celebramos ese día en que Dios se hizo hombre para salvar a la humanidad; para librar de la muerte y del pecado a la humanidad de todos los tiempos. Celebramos el día en que Dios envió a Jesús para darnos eterna victoria. y para que podamos volver al abrazo de Dios. 

¡Que esta Navidad te encuentres con ese Amigo que dio la vida por amor a vos! Con Jesús...

jueves, 15 de diciembre de 2022

Rescatados

Naufragios, gente perdida en una gran ciudad, sin rumbo, extraviados en el bosque, en la montaña, en el desierto; gente que se equivocó de camino y terminó en un lugar totalmente diferente al que esperaba. Seguramente hemos visto ficciones al respecto y hechos verídicos también. Podemos entender lo que implica estar perdido, solo o acompañado, a merced de la naturaleza, a la intemperie, sin recursos, sin brújula, necesitados y en peligros.

Así nos vio Dios, el Creador. Dios, es perfecto, pleno y no necesita nada, pero aun así, por amor a nosotros, preparó la manera de que volviéramos a Él. Conocerlo es la necesidad suprema de nuestra vida. Ha preparado cosas maravillosas para los que le aman, no porque Él nos necesite sino porque nosotros lo necesitamos desesperadamente. Quizás no somos tan conscientes de eso pero nuestra alma anhela el Cielo. Dios mismo nos mostró el camino. El Cielo es un lugar real, un lugar indescriptiblemente bello, nuestro Hogar.

¿Te has puesto a pensar cuánto nos ama Dios? Puso en nosotros esa sed de conocerlo para que lo busquemos como el sediento busca el agua, hasta encontrarla. Y envió a su propio Hijo, a Jesús, a rescatarnos, a mostrarnos el camino y la manera de volver a esa realción personal con Dios.

¿Conocés a Jesús? ¿Ya encontraste el camino al Cielo?

Conocer a Jesús, hacerlo parte de tu vida, aceptarlo en tu corazón, con todo tu corazón es una experiencia única que jamás olvidaremos. ¡Verás que estupendo es sentir la paz que Dios nos da, la paz de los Rescatados por el Salvador! 

Dale... no lo dudes. ¡Comprobalo por vos mismo!

viernes, 9 de diciembre de 2022

La mayor felicidad

En esta época descubrimos lo desenfrenadamente eufóricos que podemos llegar a ser. Gritar esos goles geniales, totalmente desinhibidos y jocosos, como niños... ¡Nacimos para celebrar y ser felices, realmente! No cabe duda que está en nuestro "ADN", más evidente en algunos, seguro.

Aunque el derrotero de nuestras vidas le dé altibajos anímicos a las sonrisas, las atesoramos. ¿Quién no querría una vida llena de esa alegría desbordante y contagiosa? Nos hace tanto bien... Tan fuerte es esta emoción que impacta en todo nuestro ser, alivia dolores, genera un bienestar general.

Dios interviene en la historia del hombre para hacernos bien. "Me alegraré con ellos haciéndoles bien..." (dice La Biblia). Y el rey David llegó decir: "Convertiste mi lamento en danza..."

Indudablemente fuimos creados para ser felices y plenos. Ese era el plan original del Creador. ¡Ah! No dudemos de que Dios es bueno. Todo lo bueno viene de Él. Él es el Creador de la alegría, de la felicidad. Las sonrisas, las risas y las carcajadas y esa alegría tranquila también. Todo eso es obra de Dios. 

¿Cómo no amar a Dios, que es Bueno y Todopoderoso? Cuando lo conocemos y gozamos de la amistad con Él entendemos que nuestra mayor felicidad ¡proviene de su misma Persona!

viernes, 2 de diciembre de 2022

Mundial

Una de las cosas más lindas que trae el mundial de fútbol es la posibilidad de acercarse a otras culturas en ese contexto deportivo, conocer su gente y observar algunas peculiaridades de cada país. Incluso ver la receptividad y camaradería de los anfitriones. En Qatar, qué alegría la cantidad enorme de "otros hinchas argentinos" de origen qatarí, que alientan y comparten los triunfos de nuestra seleccción. En cada país se despierta esa esperanza y euforia colectivas y el patriotismo. Indudablemente el deporte nos une de una manera especial.

Que no nos olvidemos de estos países que vemos desfilar en su anhelo por obtener la Copa Mundial. Representan naciones, millones de personas; con diferentes costumbres e idiosincrasias, sí, pero tan iguales a la vez, tan preciosamente humanos, tan dignos de respeto y valoración.

El mensaje es para todo el mundo. Para los que están lejos y para los que están cerca. Todos tienen que saber que son valiosos y dignos. Todos tiene que saber que son creación del Dios único, bueno y perfecto. Que Él ama a esta humanidad controvertida con un amor infinito que no llegamos a comprender completamente.

Nos ama tanto Dios, que Él mismo vino a rescatarnos. Jesús, su Hijo, abrió el Camino al Cielo con una vida impecable, su muerte en la cruz y su resurrección gloriosa.

"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.", dijo Jesús. Y, "El que cree en mí tiene vida eterna."  

Esa promesa es para todos. La vida eterna es para todo el que quiera recibirla. Y todo aquel que cree lo comprobará por sí mismo.

Oremos para que el amor de Dios alcance las naciones. Que el poder de su Palabra y de su Espíritu Santo se manifiesten con salvación y bendición. 

 

Créditos: fotografía Infobae

jueves, 24 de noviembre de 2022

Me asombra

Nos asombran muchas cosas, a diario, que luego, con la asiduidad, se tornan comunes. Pero, ¡sigue asombrándome ese amor que no se cansa de esperar! Que despliega su favor con absoluta generosidad. Derrama bondad cada mañana aunque no haya méritos... y nos llena de esperanza. En este tiempo tan diferente, esa bondad resalta más que una pantalla mega gigante o un inmenso cartel de neón. 
 
Nunca deja de asombrarme. Amor único, incondicional; ese amor paciente, transformador y poderoso: el amor de Dios. Él quiere que todos sepamos cuánto nos ama y lo que ha hecho por nosotros. Por eso envió a Jesús. ¡Dios nos ama!
 
Él quiere que sepas que te ama tanto... Quiere que lo conozcas en verdad. Quiere acompañarte para siempre. El Dios que no se cansa de esperarte para bendecirte y cuyo amor no tiene fin. ¡De tal manera nos ama Dios!
 
¿Conocés a Jesús? ¿Tenés una relación personal con Dios, una amistad? Te invito a que le hables, con plena sinceridad. Él te escucha y te responderá. 

Te deseo una vida de la buena, de la que no termina. Te deseo una vida plena. ¡Una vida con Dios!

viernes, 18 de noviembre de 2022

Amar así

El amor verdadero está dispuesto a hacer sacrificios por el bien de otro si es necesario. Se dice que la medida del amor es el sacrificio. Si amás mucho, estarás dispuesto a sacrificar mucho por el ser amado. Si amás poco, la disposición será otra. Ciertamente es muy real en la práctica: vemos el sacrificio de padres por sus hijos, por sus familias; el sacrificio por amigos y seres queridos... El amor nos mueve, nos motiva, nos activa. Incluso nos hace férreos defensores, luchadores, estrategas, guerreros. 

¿De dónde sacamos ese amor tan noble, tan fuerte, tan puro? No fue la supuesta y ficticia evolución. No fue el resultado del azar ni de complejos procesos en el ADN de nuestros ancestros. El amor proviene de Dios. Nos referimos a ese amor tan noble que se diferencia totalmente de lo que muchos denominan "amor" pero que sólo es un conjunto de pasiones humanas, usualmenrte egocéntricas: El verdadero amor, que proviene de Dios, es puro. Dios es amor. Es la palabra que mejor lo define. Más aún, Dios mismo se reveló de esa manera.

Dios nos dejó la medida más alta de amor: Él dio a su Hijo Jesús para salvarnos del mal y del pecado. Jesús sufrió la cruz, murió y resucitó por amor a nosotros. ¿Lo sabías? Es que, se quedó en la cruz hasta morir porque era la única manera de salvarnos. Se quedó y murió... aunque tenía todo el poder y la autoridad para quitarse los clavos y bajar de esa cruz. Sin embargo, su sacrificio nos abrió el camino al Cielo, nos permitió volver al abrazo de nuestro Creador. Él hizo posible que seamos hijos de Dios, y Dios sea nuestro Padre. El Bueno, el Mejor, el Perfecto, al que, como padres, debemos imitar.

Y, además, ¡regala ese amor incomparable a todo el que quiera recibirlo! Para amar así, como Él nos ama.

martes, 15 de noviembre de 2022

La búsqueda

Cuando, ocasionalmente, se me pierde algo importante dentro de mi casa o en la oficina, "paro mi mundo",... paro todo, y me convierto en una especie de robot metódico, incansable, programado para encontrar indefectiblemente "eso". Lo busco meticulosamente, a conciencia, con toda mi capacidad de análisis, memoria y lógica, con todos mis sentidos, con toda mi fuerza, ¡porque urge encontrarlo! ¡porque es importante para mí! Seguro que a vos te ha pasado también...

Muchas veces sólo depende de la importancia que le damos al objeto en cuestión. ¿Qué valor le damos a la paz, a nuestra vida interior, a la felicidad o a la plenitud? Llega un momento en la vida de todos que afrontamos un dilema interno. Inquirimos en busca de sentido para nuestra vida. La razón es que fuimos creados con un sentido trascendente, con un propósito mayor que una existencia  corta y terrena. 
 
"Tenemos un vacío con forma de Dios", dijo alguien, aludiendo a que solamente Dios lo puede llenar de manera completa y perfecta. Hasta que lo hallemos no estaremos satisfechos ni plenos ni totalmente felices... sin importar lo mucho que poseemos o "nuestro buen pasar". Nada de eso puede llenar ese vacío: sólo Dios. 
 
¡Dios quiere ser hallado! Si lo buscamos de corazón, lo encontraremos, porque Él está cerca, no está lejos. Dijo Jesús: "Vengan a mí..." y también: "...al que a mí viene, no lo rechazo". 
Cuando encontramos a Jesús y lo recibimos en nuestra vida, hallamos esa plenitud incomparable y esa paz que no se puede describir con palabras. 

Si todavía no lo has hecho, te invito a buscar a Jesús. Tu vida cambiará para siempre. Te lo aseguro...pero, mejor aún, ¡comprobalo por vos mismo!

sábado, 12 de noviembre de 2022

Miraba sin verte

Miraba sin verte y abriste mis ojos.

¡Qué gris se ve todo

Si no veo tu amor!

Miraba sin verte en todas las cosas,

Y todas las cosas

Me hablaban de Vos.

 

Vivía sin oírte, aun cuando me hablabas.

¡Qué lejos creía que estaba tu voz! 

¡Y estabas tan cerca! Y estabas obrando,

Esa obra tuya en mi corazón.  


Las cosas creadas nos hablan de Vos. 

Y después lo supe, tan claro, tan fuerte,

Que basta creerte para conocerte

Y recibir tu amor.  

 

Y sin percatarme pusiste ese anhelo.

Muy dentro de mi alma clamaba por Vos. 

Y me encaminaste otra vez al Cielo, 

¡Con tanta ternura, mi buen Salvador!

 

Abriste mis ojos   

Y estabas ahí!

Donde siempre estabas, ¡a mi lado, en todo, 

Cuidando de mí!

lunes, 7 de noviembre de 2022

Laberintos

Hoy en día, y a pesar de un supuesto auge del ateísmo y del humanismo, hay una creciente búsqueda de “espiritualidad”. El materialismo ha saturado a muchos hasta el hartazgo y la banalidad ha acrecentado sus vacíos en vez de llenarlos. Esa búsqueda de algo más, de algo que perdure y dé sentido a la vida, en ocasiones lleva a internarse en diferentes caminos, algunos, incluso llenos de peligros. Podemos extraviarnos fácilmente en muchos laberintos si nos equivocamos de camino. Pero Dios, el Creador, dejó su mensaje para todas las generaciones, de manera clara y evidente. 

Dios mismo nos muestra el Camino para encontrarlo y evitar esos laberintos de oscuridad. Dijo Jesús: "Yo soy el camino y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí" (Juan 14:6, La Biblia). Él nos ha revelado su amor y sus planes, con instrucciones claras para que podamos recibir esa plenitud que Él preparó de antemano. Nos ama tanto Dios, que envió a Jesús, su Hijo, el Camino que nos lleva a Él, para darnos acceso a la vida eterna. Sólo pide que le creamos y confiemos en Él. Que dejemos el pecado y volvamos a Él.

Debemos elegir. Todos debemos afrontar en algún momento esa decisión; es inevitable y necesaria. Todos necesitamos saber que, aunque somos mortales, nuestra vida trasciende. No acaba al dejar este mundo. Tenemos un alma inmortal, la esencia de nuestra persona, que sigue viva por siempre. Fuimos creados inmortales por Dios. El pecado del primer ser humano dejó, como una de las muchas secuelas, la muerte: al morir el cuerpo vuelve al polvo. Pero nuestra existencia eterna continúa. 

Por eso, recibamos lo que Dios nos ofrece gratuitamente por amor. Recibamos por la fe a Jesús.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Hogar

¿Cuesta entender que el amor verdadero simplemente ama, sin condición? A veces sí. Que Alguien nos ama de tal manera que dio su vida por amor a nosotros, para hacernos bien. Quizás sea por nuestra propia humanidad caída que desconfía por naturaleza. Quizás porque esperamos que los demás siempre pidan algo a cambio. Por eso incluso podemos ser reticentes a aceptar lo que Dios nos ofrece gratuitamente. Él es Dios. Él es el Creador, ¡y de Él procede todo lo bueno! Su voluntad y su anhelo es nuestro bien.

Seguramente, a todos nos gusta estar en el hogar, con los seres que amamos. Esperamos ese tiempo compartido, en un ambiente cómodo y relajado, en que, simplemente disfrutamos el estar.  Un tiempo diferente y sin el estrés de las horas de trabajo. ¿Sabías que nuestro Dios preparó un Hogar eterno para nosotros? Y Jesús nos dio entrada libre por la fe en Él.

Sólo nos pide que confiemos, que creamos en Él y recibamos lo que nos ofrece. Nos pide que creamos en Él y que nos apartemos del mal, porque nos ama como nadie más podría. Y, para quienes lo recibimos, es un honor obedecer sus preceptos y mandamientos y lo hacemos con alegría, ¡porque lo amamos! ¡El Cielo es nuestro Hogar!

¡Ah! ¡Si todos supieran que Dios es amor! ¡Si supieran que en Él hay perdón para todo aquel que crea y que quiera recibirlo! ¡Si todos supieran que hay un lugar tan bello que la mente no logra imaginar! ¡Si supieran que Aquel que nos ama preparó una eternidad de bien, de paz, de propósito y de alegría!

Por eso, no dejamos de decirlo, no dejamos de compartirlo, porque el mensaje del amor de Dios, el mensaje de salvación y vida eterna es el más trascendente y vital.

¿Ya conocés a Jesús? Si no lo conocés podés decirle:

!Señor Jesús, gracias por tu amor, por morir y resucitar por mí para darme perdón y vida eterna! Perdona mis pecados y dame un nuevo corazón para conocerte, amarte y servirte con alegría. Yo creo que sos el Hijo de Dios, y por fe te recibo en mi vida como mi Señor y Salvador y mi Dios. ¡Gracias, mi Señor! Amén

lunes, 31 de octubre de 2022

Maravillosa sencillez

Lo sabemos: somos seres complejos en un mundo complejo. Y por alguna razón, suponemos que lo difícil, que nos representa un desafío, es lo mejor. No siempre es así. Aunque seamos motivados por el reto que implica, cuando queremos comunicar y ser entendidos cabalmente, vale la pena ser claros y directos.

La complejidad del universo y la vastedad de sus intrincados misterios dejan absorta hasta la mente científica más encumbrada. Dios el Creador es infinitamente sabio y perfecto. Nuestra mente limitada es incapaz de sondear su grandeza, ni siquiera imaginarla. Sin embargo, Dios quiso mostrarse a nosotros claramente.  

El Dios verdadero y bueno quiere que lo conozcamos sin obstáculos. A Él le ha placido revelarse a nosotros de manera simple y clara. Bien podría haber elegido algún método sofisticado, asequible solamente para algunos pocos. Pero, ¡prefirió la sencillez! ¿Por qué? Porque Él quiere que todos le conozcamos. Él quiere “que todos se salven y ninguno se pierda.”

¡Maravillosa sencillez! El evangelio es comprensible para todos. Si bien las cosas espirituales son aprehendidas de manera espiritual, el mensaje de salvación puede ser comprendido incluso por los niños. 

¿Conocés a Jesús? Prosigamos conociéndolo. El Dios que nos ama, el Perfecto en sabiduría, vino y se hizo pasible de conocer, por amor a nosotros.

Y si todavía no lo conocés de manera personal, te invito a conocerlo ¡y descubrir la grandeza y la infinitud de su amor!

lunes, 24 de octubre de 2022

"Desde que te conocí"

"Desde que te conocí, desde que te recibí,          Desde que experimenté tu perdón, tu amor, tu paz,Algo nuevo en mí empezó por tu Espíritu de amorEs tu vida cual semilla, que brotó en mi corazón.
 
¡Qué momento tan feliz, que alegría recibíAl tener en mi vida tu Presencia celestial!Sé de dónde vengo, sé a dónde voy.Sé quien soy, por qué existo y tu propósito en mí.

Estribillo: 
 
Quiero amar, oh Cristo, quiero dar, oh Cristo.Quiero ser, oh Cristo. como tú.Al caído levantar, al enfermo sanar,A este mundo que agoniza tu remedio alcanzar.
 
Ahora que vives en mí, ahora que te puedo oír,Ahora que crece en mí tu Persona sin igual,Quiero dejar que seas tú, para que no sea yoEl que manda, al que vean, pues a ti en mí han de ver.
 
Correré hasta alcanzar la corona que darásEse día en que regreses y nos lleves al Hogar.Allí llanto no habrá, la justicia reinará,Desde el trono santo y justo reinarás."


Créditos: Eduardo Santoro 


martes, 18 de octubre de 2022

Regreso

Ciertamente, y sin generalizar, los seres humanos somos proclives a juzgar o sentenciar conductas, inclinados a una actitud "justiciera"; tanto, que en ocasiones cuesta ser empáticos y compasivos. El perdón no nos surge espontáneamente. Quizás producto de la experiencia o según los modelos con los que crecimos, se diluye un poco esa actitud de olvidar enseguida la ofensa, como solíamos hacerlo en la niñez. Nos molestábamos con alguien y, después de unos minutos, reíamos juntos sin recordar lo que pasó. ¡Bendita y tierna espontaneidad!

Cuando crecemos, analizamos las razones, causas y consecuencias de la ofensa recibida y eso sólo logra preservar el recuerdo en la mente por más tiempo, con el riesgo de convertirse en algún rencor solapado.

Dios se revela al ser humano como un Dios perdonador, justo y compasivo. Nos dejó por escrito su palabra para ser cada día más como Él es. Jesús, el Hijo de Dios, vino, murió y resucitó para darnos el perdón y vida eterna. Para que podamos reconciliarnos con Dios y tener paz con Él, pero también para aprender a perdonar como Él nos perdona. 

Para que eso sea posible, nos invita a volver a confiar como niños, a recibir el amor y el perdón de Dios. Nos invita a creer y recibir a Jesús por la fe en nuestro corazón. Y a todos los que lo recibimos, nos da el derecho de ser hijos de Dios, con un nuevo corazón y una nueva naturaleza.

Hay un regreso necesario. Podemos regresar, podemos volver a Dios cada vez que el pecado nos aleje. El pecado, los malos pensamientos y acciones nos alejan de Dios, pero, como hijos, podemos regresar a nuestro Padre y recibir perdón... La única condición es arrepentirnos para seguir creciendo y seguir esa transformación diaria.

Él es fiel, Él es bueno y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Él es poderoso para darnos un corazón perdonador como el suyo; para hacernos personas justas y amar a la gente como Él nos ama. 

Por eso, si estás lejos de Dios, no lo dudes: podés regresar a Él con confianza. ¡Él te espera con perdón y con su abrazo siempre!

martes, 11 de octubre de 2022

Charlemos

Parece un poco distinto este octubre atípico de 2022. Envueltos otra vez en la vorágine de un cercano fin de año sin pandemia. Hemos vuelto a la normalidad con intensa y diversa actividad. Pero, todavía quisiera atesorar momentos, no perderlos. Esos en que disfrutábamos en casa o en línea, sin preocuparnos por salir corriendo a otra actividad. Sí. Aunque amo el aire libre, las plazas, parques y salidas!... ¿Te pasa lo mismo? No perdamos esa sensación de estar en casa, con una atmósfera acogedora, tranquila, o llena de alborotos infantiles o adolescentes... igual. Fuimos hechos para compartir, para amar, para hacer el bien y disfrutarlo!
 
Me encanta recordar que Dios es bueno, que no es un ente impersonal distante. Me encanta recordar que Él nos ama y que está pendiente de cada uno. ¡Pendiente de mí! El Dios creador de todo el universo, ¡no se pierde un instante de mi realidad! Lo sabe todo y cuida de mí, de vos... Dios ha estado al tanto de todo. Podemos acercarnos a Él, hablándole. Él atiende a la voz de quien lo busca. Él responde. 
 
Lo que llamamos "oración", no es otra cosa que una conversación con Dios. No debe ser una repetición mecánica de palabras memorizadas, sino una charla sincera. Podemos contarle todo lo que queramos, sin temores ni aprehensiones. ¿Cómo es posible? Porque Jesús, el Hijo de Dios, vino y lo hizo posible. Su vida, su muerte y su resurrección abrieron el camino libre hacia Dios, por la fe en Él.
 
Si confiás y lo recibís de corazón, ya no sos sólo una creación de Dios, sino que te convertís en un hijo de Dios. Y Dios, en tu Padre Perfecto y amoroso. Él hace esa transformación interior que necesitamos.
 
Dios está esperando que vayamos a Él, simplemente, en oración, confiando y creyendo. Descubriremos una dicha incomparable al experimentar la compañía de Dios en todo momento. Nos llenará de paz, satisfacción del alma, nuevas fuerzas y una alegría nueva.  
 
"Dijo Jesús: Vengan a mí..." Hacerlo, es ... ¡absolutamente transformador!

viernes, 7 de octubre de 2022

Best Sellers

El libro más vendido. El más vendido de todos los tiempos, seguramente lo conocés. No es "otro best seller". No es un libro más como todos los demás. Contiene relatos, poesía, historia, leyes, preceptos y principios. Y, ante todo, un mensaje trascendente: el mensaje de Dios para la humanidad. Un Libro único. Eterno. No pierde vigencia. No caduca. Te cautivará y, si lo lees con el corazón permeable, transformará tu existencia y revolucionará tu vida. 
 
Dios se da a conocer, se revela, a cada uno que lee este Libro maravilloso: ¡Encontrarás que Dios es real! Que no es un mito. Que es bueno. Que no miente. Que te ama con un amor incondicional. 
 
El es Dios Creador de todo y Todopoderoso, que se complace en el bien y en la misericordia. Que es justo, santo y clemente.  Que nos ama tanto, que vino a rescatarnos del mal, del pecado, de nosotros mismos y de nuestra vana  manera de vivir. 

Él anhela que tengamos una relación personal, que lo conozcamos de verdad y sepamos todo lo que ha preparado para nosotros. Que existe y nos ama para siempre. ¡Qué tenemos como humanidad un propósito más sublime de lo que jamás podríamos imaginar!

sábado, 24 de septiembre de 2022

Frutos buenos

Nunca deja de asombrarme la primavera. Encuentro tanto amor en el despliegue de septiembre, lleno de brotes y hojas nuevas y flores. A raudales en parques, plazas y casas y balcones. Caminamos más lento para disfrutar el aire aromatizado de colores frescos. Se desperezan los árboles extendiendo sus ramas al cielo y exhalando brotes... En este tiempo todo crece, se desarrolla, se prepara para dar nuevo fruto. 
 
Busquemos crecer en este continuo ser personas de bien, con fines nobles y generosidad, con alegría, con perseverancia. Lo sé: aunque vivimos en una sociedad difícil, hay corrupción, violencia y necesidad. Pero, no dejemos que nos condicione el entorno: tenemos la capacidad, en Dios, "de florecer en donde estemos" si dependemos de Él, que nos sustenta y da vida.

Los árboles siguen dando vida, aunque los poden o los corten al ras, siguen dando ramas nuevas, conforme su naturaleza. Aunque alguien les corte sus ramas, la naturaleza del árbol seguirá regalando su fruto (manzanas, o nueces, duraznos...).

Que en esta primavera decidamos pagar con bien, incluso a quien nos hace mal. Es que, los hijos de Dios, como el árbol bueno, seguiremos dando buen fruto, incluso para aquellos que nos hieren voluntariamente o sin intención. ¿Cómo es posible? Porque el amor de Dios nos dio un nuevo corazón, una nueva naturaleza. Y podemos elegir el bien. Podemos elegir creer y confiar en Él.

Anhelo que en esta primavera (si todavía no lo conocés) puedas conocer al Dador de la Vida. A Jesús, ¡al Dios que nos ama y nos regala tanto bien!