El mundo necesita amor. El amor verdadero, el que proviene de Dios. Ese amor eterno, ilimitado, incondicional de Dios para con toda la humanidad: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16, RVR1960).
¡Así nos ama Dios! Hizo todo lo necesario para nuestro bien, para que lo conozcamos, para que vivamos una vida diferente en Él. Solamente
nos pide que creamos en Él. Que confiemos. Que recibamos ese regalo de la vida eterna
que nos da por medio de la fe en Cristo. ¡Nuestra vida será
transformada por su amor y por su presencia!
Dios es la fuente del amor, su origen. Todo el bien, todo lo bueno, proviene de Dios. "Dios es amor" (1 Juan 4:7). ¿Cómo no amar a un Dios que nos ama tanto?