domingo, 22 de julio de 2012

Confiar

La vida puede ser (y, de hecho, lo es) una experiencia  difícil y compleja. Pero debemos recordar que hay Alguien que vigila por nosotros: Dios nunca nos deja. Él no nos ha dejado a la deriva. Siempre está con nosotros. ¡Pero debemos creerle!

Podemos darle todo lo que nos preocupa y depositar nuestra confianza en Él. Podemos confiar en el cuidado de nuestro Dios. La paz que resulta de creerle a Dios no tiene comparación. 

Esa paz está disponible para todos. Sólo tenemos que pedirla. Dios sabe que necesitamos su ayuda y espera que hablemos con Él.

Salmo 121: 1-2: ”Levantaré  mis ojos a los montes: ¿de donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.”   

Con Dios realmente se puede vivir confiados.