jueves, 31 de diciembre de 2020

Sin duda

¿No te ha pasado que, al pensar en todas las creencias y religiones que existen, te preguntes qué hay de verdad en ellas? Y ¿cuál es la verdad sobre Dios? Son valiosos interrogantes. Dudas preciosas que pueden conducirnos al Dios verdadero. Si buscamos conocer la verdad sinceramente, la conoceremos. Si queremos conocer a Dios, lo haremos. ¿De qué manera? Preguntándole a Él. a Dios mismo. Él sabe de nuestras dudas y de nuestro deseo de conocerlo, incluso antes de que se lo digamos.

 "Al que a mí viene, no lo rechazo", dijo Jesús (Juan 6:37). Dios es un Dios que acepta, que perdona, que ama infinitamente.  Dios es un Dios que responde. El Dios verdadero que se da a conocer.

"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí", dijo Jesús (Juan 14:6). Dios envió a Jesús, "para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Creer y confiar.

No te quedes con dudas. Podés dirigirte a Dios y hablar con Él; pedirle que te muestre la verdad. Y lo conocerás, sin lugar a dudas. ¡Te sorprenderás! No sólo te responderá sino que, además, te llenará de paz y de alegría  cuando decidas confiar en Él.

domingo, 27 de diciembre de 2020

Será mejor

Pasamos un año juntos, como humanidad, ocupados y preocupados por lo mismo. Este fin de año llegó muy esperado, con el anhelo de un año mejor. Sin covid19, sin estupor, sin estadísticas mundiales espantosas, con vacunas y más tranquilidad. 
 
La humanidad arrinconada por un virus. Nuevo clamor y nueva esperanza. ¿Entenderemos que nos necesitamos, más allá de las fronteras, de la política, y de las diferencias? 

Este diciembre nos inunda esa tendencia innata de esperar lo mejor. Será mejor. Honramos a los que luchan por el bien común y por el prójimo. Damos gracias a Dios porque Él es bueno y su bondad es para siempre. Porque Él no está ajeno a lo que pasa en este mundo. Él está obrando a nuestro favor. Él está muy cerca de nosotros, siempre. Incluso ahora. 

Dios nos regala un año nuevo. Confiemos en Él agradecidos, porque hay esperanza.

lunes, 21 de diciembre de 2020

¡Celebramos que Él vino!

Jesús, el Hijo de Dios vino a la tierra, nació, murió en la cruz por nosotros y resucitó conforme su promesa para darnos el acceso al Cielo junto a Dios. ¡Vino a salvarnos!  
Vino a librarnos del pecado y de la muerte. Vino a darnos la vida eterna. Vino a darnos una vida con sentido y con propósito. Vino a darnos el gozo de la salvación. 
Vino a buscarnos, porque estábamos perdidos, lejos de Dios, y no podíamos volver a Él sin su ayuda.
 
En la Navidad celebramos que Jesús vino a rescatarnos porque nos ama con amor eterno. Celebramos su nacimiento y con él todo lo que Dios hizo, hace y hará. Porque Él tiene planes de bien y no de mal. ¿Cómo no celebrar?

"Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo", dice la Biblia. Que esta Navidad sea un tiempo en que podamos conocer a Jesús de una manera especial, como nunca antes. Darnos cuenta de que Él es nuestro tesoro más preciado: ¡Jesús, el Señor!

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Amor sublime

Cuando de amor se trata, se habla mucho, se escribe mucho, se especula mucho. Se dice que se acaba, que cambia, que se agota, que "muta", como si pudiera cambiar su esencia y transformarse en otra cosa, hasta en odio -afirman algunos- y terminar. Pero, en verdad, el amor nunca deja de ser. Nunca se extingue.
No hay muchas clases de amor: El verdadero amor es único. La pureza lo distingue y lo destaca. Lo demás, es el conjunto de expresiones del mismo amor sublime e incomparable, que sólo se conoce cuando se lo recibe. Aquel que es origen de todo. Que escapa a nuestro entendimiento y al análisis de nuestra razón. Que no tiene límites, ni fin. El eterno amor de Dios. 
Sin él nada existiría. Nutre a todo amor verdadero. Da vida a cada faceta del amor humano en que se vislumbra la bondad de Dios. El cariño, la ternura, el amor conyugal, el filial y fraterno, la amistad y el compañerismo, todo eso es posible, por el Amor sin igual que lo origina. ¡Sublime amor, incomparable!

Todo el amor que conocemos es un reflejo del amor de Dios.Toda forma pura de amor proviene de Él. 

Dios nos ama y ha puesto en nosotros esa capacidad de percibir y de recibir su amor; de vivirlo y compartirlo.  Podemos descubrirlo en los actos de bondad, de altruismo, de generosidad, de sacrificio por amor al prójimo. Maniféstandose en todo lo bueno. 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).  

 


miércoles, 9 de diciembre de 2020

En los detalles

¿Te abruman algunas situaciones, buscás respuestas y no entendés qué pasa? Quizás las cosas no se ven con claridad. Nunca podemos ver el cuadro completo de lo que sucede. No vemos los detalles. Dios sí los ve. Él cuida de nosotros. Nos pide que miremos con fe las circunstancias que vivimos porque la fe ve mucho más allá que nuestros ojos. Más allá de lo que vemos y sentimos, hay una respuesta preparada por Dios. 
 
Él es un Dios bueno que trata con los detalles y dispone de antemano todas las cosas. Nuestras dificultades y necesidades nunca  le sorprenden. Nada lo toma por sorpresa. 
 
No encerremos la mirada en nuestro entorno inmediato, en las circunstancias. Dejémonos guiar por Dios, sencillamente. Confiemos en su amor y en su bondad infinita. Él quiere siempre lo mejor para nosotros. Hará lo mejor para nosotros aunque no se vea claramente todavía. 
Vendrá lo mejor. Sin dudas, y entonces, también tus ojos lo verán. Ciertamente, lo que ahora no ves, lo verás después. Si confiás en Dios, la respuesta ya está en camino.