jueves, 30 de diciembre de 2021

¡Gracias!

Este diciembre de la América meridional ha transitado con tintes todavía pandémicos. En esta última semana han surgido brotes del Covid19, en sus variantes delta y ómicron. El planeta quiere sacudirse los incendios, las inundaciones, los huracanes, el deshielo polar y las sequías... En medio de todo esto, celebramos Navidad con esperanza, el fin de año y el inicio de otro que esperamos que sea mucho, mucho mejor. ¡Gracias a Dios por Jesucristo!

Pueden tildarnos de fanáticos, pero sólo somos cristianos. En medio de este caos a veces tan calmo, ¿cómo no dar gracias a Dios por Aquel que ha vencido al mal y a la misma muerte? Podemos mantener la calma y la esperanza intacta porque sabemos que Dios está a nuestro lado y tiene planes de bien. Sí; para todo aquel que crea y que confíe en Él. Para eso vino Jesús: para darnos salvación, paz y vida eterna. Dios mismo guarda nuestras almas. 

De modo que, no perdamos la confianza. Confiemos en Dios como niños. Mayor es el Creador que la creación. Mayor es Dios, a quien todas las cosas creadas se sujetan. Las tempestades, los vientos, el mar, todos los elementos, y todo lo creado se sujeta ante la voz de Jesús. Con su palabra creó todas las cosas. Él es nuestro Dios. El mismo que dijo: Yo estoy con ustedes todos los días. Que tu fe sea fortalecida por su Palabra, que recibas nuevo ánimo y nueva fuerza.

Y si no conocés a Jesús, que puedas conocerlo y tener una relación, un trato personal con Él. Sólo basta con creer en Él y aceptarlo como tu Señor y Dios, poniendo toda tu confianza en Él.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Aquí, con nosotros

Diciembre. Mes de finales y de comienzos. De inicios y graduaciones. Mes de fin de año y de Navidad.

La Navidad es un recordatorio hermoso de que Dios está con nosotros porque Él mismo quiso estar aquí. Jesús no nació un 25 de diciembre... lo irrefutable y estupendo es ¡que Él nació! Vivió, murió y resucitó para darnos acceso a Dios otra vez. 

A pesar del carácter comercial que se le ha agregado, la Navidad conserva intacto su mensaje: Jesús vino y vino a salvarnos. Podemos recordar que hay descanso para el alma y que está disponible para todo el que lo quiera recibir. Ciertamente, podemos hallar descanso hoy y para siempre acudiendo a Jesús,  el Hijo de Dios.

Aunque se han añadido otros personajes a la Navidad, su protagonista principal es Jesús, ya que nada ni nadie puede cambiar el hecho de que Jesús vino y cumplió su propósito. Ni nada puede cambiar el hecho de que todo aquel que cree en Él tiene vida eterna. Y que, "a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Una verdad contundente. Una verdad inalterable. ¡Bendita verdad!

Que en esta Navidad puedas recibir de Dios lo más preciado que Él ha dado al mundo: a su Hijo Jesús.

Él puede cambiar tu vida entera y para siempre. Cada uno de nosotros somos muy amados, su tesoro preciado, su obra maestra, perfeccionada más y más por Él mismo. ¡De tal manera nos ama Dios!

¡Te deseo una muy, muy feliz Navidad, con Jesús!

lunes, 13 de diciembre de 2021

No es ficción

Hay muchas historias de Navidad, ficciones, películas, series, relatos. Tantos, que quizá lleguemos a confundir su verdadero significado. Sin embargo, y claramente, aunque tuviéramos árboles de Navidad repletos de luces, adornos y regalos, sin Jesús no tendríamos, realmente, nada que celebrar. ¡Porque el motivo de nuestra celebración es Él! Hay muchas historias, pero, lo que no es ficción es que ¡Jesús vino! Jesús nació y cumplió su misión; al hacerlo trajo la vida eterna para todo aquel que cree en Él.
 
Es cierto; encontramos mucho de ficticio y de leyenda en torno a esta fecha tan especial para los cristianos. No obstante, lo que dio origen a esta celebración es un hecho histórico, comprobable y comprobado: el nacimiento de Jesús. Aunque se sabe que Él no nació un 25 de diciembre, se toma este día como fecha para celebrar su llegada al mundo. Es un día de celebración y gratitud a Dios: porque nos ama infinitamente, tanto, que envió a su propio Hijo para salvarnos. Sin Jesús no hay Navidad. Pero, con Jesús, ¡tenemos un gozo y una alegría incomparables!
 
La necesidad de Dios en el alma humana es como una sed que sólo Él mismo puede saciar. Al creer en Jesús, somos saciados como lo es el sediento que bebe abundante agua fresca. Así de real. Siempre hemos necesitado a Dios, más que el agua para vivir y Jesús vino a darnos esa vida. Vino a acercarnos al Padre, a darnos esa oportunidad de vivir para siempre con Él.

Si creés en Jesús, no estarás exento de problemas, pero tendrás la ayuda del Dios todopoderoso. De toda situación saldrás vencedor y bendecido si hacés que Dios sea parte de tu vida y reine en tu corazón. Él lo prometió y así es. 

Verás que es posible vivir una vida diferente, como nunca imaginaste, sintiendo la paz que nadie puede quitar, sintiéndote más ligero, más libre, más feliz. Afrontarás cada desafío diario con nueva esperanza y nuevas fuerzas, sin temor al futuro, porque, con Jesús, tu futuro está seguro por la eternidad. 

lunes, 6 de diciembre de 2021

Tecno vida

Seguramente, en algún momento, solemos enfrascamos en la diversidad de entretenimientos y esparcimientos que nos ofrece este tiempo. Disfrutamos con amigos, con familia, de las maravillas tecnológicas de este siglo que nos toca vivir. Sabemos que, si se lo permitimos, incluso nos desbordan y nos invaden un poco... Pareciera que nos automatizamos y cedemos a su influjo casi irresistible de novedad, de innovación.

La "vida tecno" nos es muy útil y nos brinda mucho confort, pero, aún así podemos elegir la cantidad de tiempo que le asignamos en nuestro día. A pesar de todo lo útil y fascinante que nos ofrece, no se compara con lo más grandioso que tenemos: nuestra propia humanidad. Nuestros rasgos más bellos y humanos, nuestra persona, todo eso es lo irrepetible, lo inimitable.

La interacción con otros, el compartir, puede resultar un disfrute, sutiles descansos que recrean el alma y nos enriquecen la vida. Atesoremos esos momentos cara a cara con personas que amamos. La capacidad de considerar al otro, de verlo como persona, de amar, de comprender y ayudar. Muchas veces, cuando corremos de aquí para allá en nuestra actividad diaria, nos perdemos hermosas cosas fugaces. Instantáneas imperdibles de la naturaleza o de la gente. Quizás un instante de cielo, una sonrisa, una puesta de sol, el descifrar un enredo mágico de nubes o ese rato magnífico con seres queridos. Atesoremos lo más bello que tenemos: nuestra propia calidad de humanos.

Nada es más valioso que un ser humano. ¡Que podamos comprender lo valioso que somos...! Tan valiosos somos que Dios envió a Jesús a rescatarnos: somos su tesoro invaluable.

Te deseo un tiempo incomparable con tus seres queridos. Te deseo un encuentro inolvidable con Aquel que nos ama como nadie: nuestro Dios y Creador.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

"Yo no te olvidaré"

Podría habernos dejado solos, y que afrontáramos las consecuencias de nuestros errores. Podría haberse desentendido de todo. Al fin de cuentas, fue nuestra decisión. Lo negamos. Lo quisimos erradicar de nuestros pensamientos. Lo quisimos olvidar. Le dimos la espalda y nos alejamos.
 
Él podría haberse olvidado de toda la humanidad... Podría haber prescindido de cada uno. Podría habernos dejado. Pero no fue así.

Dios mismo vino, para que sepamos cuánto nos ama. ¡Dijo que no nos olvidará!... Que jamás nos dejará ni nos abandonará. Jesús dejó el Cielo por mí, por vos, por todos y vino a buscarnos. Para que sepamos que, por medio de Él, tenemos perdón, vida y paz. Podemos acercarnos otra vez a Dios y llamarlo Padre nuestro porque Él nos hace sus hijos muy amados.

Nos pide que creamos en Él y en su Palabra y que  hagamos lo bueno, porque no le irá bien para siempre a quien mal hace. Él dejó voluntariamente que lo mataran en una cruz. ¡Resucitó! y nos dio la victoria sobre la muerte. Él es nuestro Salvador. Por eso elijo amarlo y obedecerle con alegría.

Podemos elegir, elegir la vida, aceptando a Jesús. Todos podemos elegirlo libremente. Vos también. Él pudo haberse olvidado de vos y no lo hizo. ¡Prometió no olvidarte jamás! Estará con vos todos los días para siempre. 

Te invito a creerle a Dios con sinceridad de corazón. El Dios que nos ama, el Creador de todo lo que existe. Y sabrás que esa fue la mejor decisión de tu vida.

 "¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!" (Isaías 49:15, La Biblia, NVI). ¡Maravilloso Dios!