miércoles, 22 de diciembre de 2021

Aquí, con nosotros

Diciembre. Mes de finales y de comienzos. De inicios y graduaciones. Mes de fin de año y de Navidad.

La Navidad es un recordatorio hermoso de que Dios está con nosotros porque Él mismo quiso estar aquí. Jesús no nació un 25 de diciembre... lo irrefutable y estupendo es ¡que Él nació! Vivió, murió y resucitó para darnos acceso a Dios otra vez. 

A pesar del carácter comercial que se le ha agregado, la Navidad conserva intacto su mensaje: Jesús vino y vino a salvarnos. Podemos recordar que hay descanso para el alma y que está disponible para todo el que lo quiera recibir. Ciertamente, podemos hallar descanso hoy y para siempre acudiendo a Jesús,  el Hijo de Dios.

Aunque se han añadido otros personajes a la Navidad, su protagonista principal es Jesús, ya que nada ni nadie puede cambiar el hecho de que Jesús vino y cumplió su propósito. Ni nada puede cambiar el hecho de que todo aquel que cree en Él tiene vida eterna. Y que, "a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Una verdad contundente. Una verdad inalterable. ¡Bendita verdad!

Que en esta Navidad puedas recibir de Dios lo más preciado que Él ha dado al mundo: a su Hijo Jesús.

Él puede cambiar tu vida entera y para siempre. Cada uno de nosotros somos muy amados, su tesoro preciado, su obra maestra, perfeccionada más y más por Él mismo. ¡De tal manera nos ama Dios!

¡Te deseo una muy, muy feliz Navidad, con Jesús!

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