jueves, 4 de abril de 2019

Fuertes

Todos quisiéramos ser fuertes; al menos, lo suficiente para ser independientes y "no dependientes". Pero, nos necesitamos: somos humanos. Somos seres pequeños y limitados en un mundo en crisis. Los niños se sienten fuertes (aunque no son fuertes), cuando están con su padre. Se sienten tranquilos aunque siguen siendo igual de vulnerables. Su sentido de fuerza y su calma proviene de la confianza en su papá. Seguramente, nos sentíamos así fuertes y confiados cuando de niños caminábamos de la mano de nuestro papá, sin importar las circunstancias. No teníamos temor. Aferrados de su mano, nos sentíamos seguros.
Dios quiere que confiemos en Él de esa manera: como un niño confía en su padre fuerte. Quiere que nos aferremos de su mano y no tengamos miedo. Él es el más Fuerte, el que todo lo puede, el Todopoderoso. Por eso, nos dice que dependamos de Él, de su poder y su grandeza.
 
Si creemos en Él podemos vivir confiados y fortalecidos, protegidos y mimados por el Dios que nos ama. Creelo. Si creés en Jesús, esa decisión te cambiará la vida ¡completamente! 
 
Vivir sin temor es un regalo de Dios. Uno que solamente Él puede dar.