sábado, 23 de diciembre de 2023
Conocerte
lunes, 20 de noviembre de 2023
Jesús
¿Por qué hablamos de Jesús? Porque Jesús no es un personaje de ficción ni un mito. Tampoco un mero profeta más de su época, ni un gurú... La historia registra su nacimiento, su vida, y todo lo que hizo. La arqueología -y otras ciencias modernas- comprueban con hechos la existencia de Jesús y su entorno histórico y socio-cultural. Hoy en día tenemos muchas fuentes que corroboran los hechos históricos de la vida de Jesús. De igual manera ratifican la veracidad de la Biblia que relata, no sólo la vida de Jesús y sus propósitos, sino su alcance en todas las generaciones.
Hablamos de Jesús porque éramos pecadores, inclinados al mal. Estábamos necesitados y perdidos. No podíamos acercarnos a Dios ni entrar al Cielo, nuestro Hogar, porque el pecado nos separó y nos alejó de nuestro Creador. Pero Dios, que nos ama, proveyó la ayuda que necesitábamos: envió a su Hijo, Jesús, para rescatarnos, limpiarnos del pecado y hacernos nuevas personas.
Gracias a Jesús, ahora todos podemos ser libres de culpa, nuevas personas con un nuevo corazón y un nuevo rumbo. Todos tenemos la oportunidad de ser transformados, de ser mejores; de recibir la vida eterna.
Jesús murió en la cruz por nosotros, y
resucitó para salvarnos. ¿Volvió a vivir? Sí. Y la muerte no tiene poder
sobre Él. Murió y volvió a vivir para que también nosotros podamos
vivir para siempre, creyendo en Él.
Jesús vino para perdonar nuestro pecados para siempre. Para darnos entrada al Cielo. Para mostrarnos a Dios... Para mostrarnos el amor y la bondad de Dios. Para que podamos ser hijos de Dios. Ahora podemos acercarnos a Dios con confianza y disfrutar de la amistad con Él.
Sólo nos pide que le creamos, que nos arrepintamos de la maldad y lo recibamos: "A todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre (Jesús) les dio el derecho de ser hechos hijos de Dios".
¿Por qué hablamos de Jesús? Porque Él es el único camino al Cielo. Él es el Camino y la Verdad y la Vida. Él es el único mediador entre Dios y los hombres.
lunes, 2 de octubre de 2023
Mortales invencibles
Lo cierto es que fuimos creados inmortales, no pasibles de enfermar, experimentar dolor y menos aún morir. ¡La enfermedad y la muerte no estaban en los planes de Dios el Creador! El plan original de Dios era mucho mejor, por supuesto. Quizás por eso nos gusta tanto la ficción en que el hombre hace proezas heroicas e impensadas. No obstante, el primer hombre y la primera mujer eligieron vivir independientes de Dios ¡y arruinaron ese plan maravilloso de eterna salud, bienestar y vida!
La supuesta libertad llevó a la muerte a toda la humanidad y dio cabida a innumerables males. La independencia de Dios, el darle la espalda, se convirtió en una sucesión de calamidades.
Pensar que podemos vivir lejos de Dios es nada más ni nada menos que desconocer la Persona de Dios. Si lo conociéramos, no querríamos separarnos de Él jamás. Porque Dios es amor. Porque Dios es bueno. Su gran amor proveyó la manera de pagar la deuda que el pecado nos dejó. Su bondad sin límites encontró la manera de librarnos de la muerte eterna. Dios envió a su Hijo único a rescatarnos ¡y a transformar nuestra existencia y nuestro destino para siempre!
¿Ya conocés a Jesús? El Hijo de Dios, Quien dejó el Cielo para nacer en la tierra y poder darnos vida y reconciliarnos con Dios. Te invito a conocerlo, a darle la oportunidad de cambiar tu vida, porque Él no hará nada sin que se lo permitas voluntariamente. Él nos respeta y nos ama. Espera que aceptemos su llamado.
sábado, 30 de septiembre de 2023
No extrañarte
Tiene suma importancia que nuestras obligaciones no sean causa del detrimento de nuestras relaciones. Si estamos tan ocupados que descuidamos un vínculo quizás debamos plantearnos realizar cambios. A nivel humano es importantísimo. En nuestra relación con Dios, es vital.
Nuestro Dios no es Alguien a quien debamos extrañar. Por el contrario, no dar lugar siquiera a esa posibilidad. Extrañamos a alguien cuando no estamos juntos, cuando estamos separados o no nos vemos con frecuencia. Dios es el centro y razón de nuestra vida. Nuestro Salvador, el Mejor Amigo, el confidente inmediato en la alegría y
en la adversidad. Él es quien me lleva a procurar vivir continuamente en su presencia. Nuestra cercanía debe ser continua, ininterrumpida.
Dios nos ama tanto que nos llama a vivir cada instante en su presencia, permitiendo que Él sea parte de todo nuestro vivir. Si lo hemos dejado de lado, pidamos su perdón y abracemos este vínculo trascendente que constituye el ser hijos amados de Dios.
"Dios mío y Señor, amigo fiel, ¡no quiero extrañarte! Quiero tenerte a mi lado en todo tiempo y que compartas mi vida. Quiero encontrarnos en oración todos los días, cuando vos quieras. Charlar de lo quieras, conversar y recibir de Vos esa amistad sin igual. Conocerte cada día más, parecerme a Vos cada día más, dejando esa mala manera de vivir que te entristece y viviendo como te gusta: de la mejor manera. Estás conmigo cada instante, pero miles de veces me ausenté de tu abrazo por llenarme de afanes y obligaciones...No quiero extrañarte, amado Jesús. Precioso Rey, que tu presencia sea mi mejor compañía para siempre!"
sábado, 23 de septiembre de 2023
1- Amados
No sólo tiene amor; no sólo lo comparte; no sólo hace todo lo que hace movido por amor, sino que Él mismo ES amor. La esencia de su Persona es amor. Su característica más profunda es que Él es amor. Por supuesto, a nuestra mente es posible que le cueste entenderlo. Pero, así es Dios.
La Biblia nos relata quién es Dios, cómo nos creó, cómo creó todo, y su propósito para la vida de cada uno de nosotros. Nos cuenta cómo Jesús, su Hijo, vino para hacer posible que conozcamos a este Dios único y vivamos en amistad con Él.
Él nos creó para que podamos conocerlo y tener una relación personal con Él, y experimentar su amor y su paz. Él nos ofrece amor y vida eterna:
Pero, entonces, ¿por qué no todos conocen a Dios? ¿Por qué no todos creen en Él y no viven esa vida abundante que Dios prometió?
Porque hay algo que nos impide conocer a Dios personalmente: El pecado. La inclinación al mal, esa inclinación que existe en el corazón humano. Eso lleva a tener la tendencia a dudar de la existencia de Dios. Pero, hay algo más: Hay oportunidad... ¡Dios mismo proveyó la solución!
sábado, 16 de septiembre de 2023
2- Separados
Criaturas creadas buenas por un Dios bueno y perfecto. Eso éramos, pero, ¿qué pasó? Él nos hizo libres para decidir por nosotros mismos. Es que Dios nos ama y desea que podamos elegir( libremente) amarlo también. Los primeros seres humanos, usando esa libertad de elegir, eligieron ser independientes y dejar de lado a Dios, desobedeciendo y eligiendo el mal en vez del bien. El egoísmo, el orgullo, la desobediencia, la rebelión, la maldad separaron de Dios a la humanidad.
El mal pasó, entonces, a la vida humana contaminando todo y cortando la relación con Dios. La Biblia lo llama pecado. La relación original se quebró: ¡el mal nos separó del Dios bueno! Desde entonces, todos los seres humanos somos pecadores y estamos separados de Dios.
El ser humano busca en ocasiones alcanzar a Dios por medio de sus propios esfuerzos, supuestos méritos, buenas obras; recurriendo a filosofías o religiones, pero siempre falla en ese intento. Dios es santo, libre de toda maldad, y perfecto. El hombre es pecador. Por tanto, hay una separación inevitable. La Biblia dice: “Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios...” y "La paga del pecado es muerte" (es decir, separación espiritual de Dios).
Por nosotros mismos no podíamos conocerlo y acceder a Él. Aún así, Dios, que nos ama, proveyó el medio para volver a Él. ¡Él se hizo cargo! Dios envió a su Hijo, Jesús, a rescatarnos.
sábado, 9 de septiembre de 2023
3- Rescatados
Por la fe en Jesús, somos hechos hijos de Dios. Ya no somos simples criaturas; somos sus hijos muy amados y podemos relacionarnos personalmente con Él. Somos parte de la familia de Dios
.Por la fe, permitimos que Dios nos rescate, que Jesús nos salve de la muerte y anule esa separación de pecado.
¿Creés
que Jesús es el Hijo de Dios, que murió en la cruz y resucitó para
darte perdón y una vida eterna? Podés permitirle ser parte de tu vida.
Más aún, que Él gobierne tu vida, porque Él sabe la mejor manera. Vos
decidís, libremente. Al recibir a Jesús en tu corazón y en tu vida, Él transformará tu existencia y tu futuro para siempre.
sábado, 2 de septiembre de 2023
4- Aceptados
El
recibir a Cristo significa creer y aceptarlo; volver a Dios, en arrepentimiento, confiando en Jesús. Él hará lo que promete: viene a nuestra
vida y perdona nuestros pecados. Nos da la libertad para ser esa persona que Él quiere que seamos. Nos ayuda a conocerlo más y más. Hace posible vivir a diario con Él, en una relación personal que se va forjando en amistad en la medida que crecemos y obedecemos su palabra..
Podés recibir a Jesús por fe, ahora mismo. mediante la oración. La oración es simplemente hablar con Dios. Él ya te conoce y sabe todo de vos. Al hablar con Dios, Jesús entrará a tu vida, tal como lo prometió y te dará un nuevo corazón. Así comenzarás a percibir la paz que sólo Él puede dar. El siguiente es un ejemplo de cómo hablar con Él, pero podés usar tus propias palabras:
“Señor Jesús, yo creo en vos y en lo que hiciste por mí. Quiero conocerte y tener una relación personal con vos. Abro mi corazón y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por morir en la cruz por mí. Gracias por perdonarme y darme vida eterna. Acompañame y sé parte de mi vida para siempre. Gracias, Señor. Amén."
Dios nos acepta, nos hace bien y nos da vida eterna.
|
viernes, 25 de agosto de 2023
Lucha
Se requiere calma objetiva para separar lo real de lo aparente; para corregir, dejar, tomar, resolver o aplazar. Depende, en gran parte, de nuestra decisión. Corremos y caemos en la corriente, o nos detenemos y decidimos cuál será nuestro siguiente movimiento. La decisión es importante. Nosotros debemos determinar el ritmo. ¿Cómo queremos vivir? ¿Manejados por las circunstancias o decidiendo por nosotros mismos? Parece simple, pero no lo es. Requiere el ejercicio de nuestra voluntad y es imperativo.
Nuestro andar no tiene por qué ser una continua lucha. Obtener logros requiere esfuerzo, trabajo y empeño, por supuesto que sí. Que debemos poner el mejor esfuerzo, incluso experimentar el cansancio, ciertamente que sí. Pero, hoy en día, evitar el estrés debería constituirse en la meta ineludible.
No estamos solos. Si nos toca luchar, luchamos acompañados. En la prosecución de logros, también. Hay un Dios. Un Dios único y verdadero, que nos mira y que está dispuesto a intervenir en nuestra vida, si se lo permitimos. Real y poderoso, así es el Dios que nos ama y nos cuida. No es ficción. Es realidad.
Con Él, "la lucha diaria" es un trayecto diferente, el estrés se aleja y el esfuerzo halla descanso en el propósito. Con Dios el vivir se torna en un proyecto constante de crecimiento. Hallamos paz y descanso incluso en medio de esas batallas inevitables. La vida es una aventura en que los obstáculos son victorias al final del día. Las metas se alcanzan con sudor, pero también con alegría, porque Dios está a nuestro lado.
En oración, es decir, en un charlar con Dios, lo podés comprobar. Él escucha a quien le habla desde el corazón. Él te
conoce, conoce tu vida, tus días, tu presente y tu
futuro. Podés hablarle cuando quieras y donde quieras. Basta con hablarle,
sinceramente, y Él responderá y transformará toda tu existencia para
siempre.
viernes, 18 de agosto de 2023
Excelencia
Trabajamos en pos de la excelencia y, en ocasiones, nos equivocamos al creer que el camino a la excelencia es el trabajo incesante motivado por el perfeccionismo. Al trabajo duro, sumémosle, además, sabiduría y perseverancia. Hay sabiduría en detenerse a tiempo, en evaluar y reconsiderar rumbos y estrategias. A menudo se nos hace difícil disminuir el ritmo, pero las pausas facilitan el proceso de análisis, la observación y aclaran el razonamiento a la hora de decidir. Ante todo, permiten que nos enfoquemos en lo que realmente importa.
La excelencia no es perfección. La perfección es utopía en esta tierra. La perfección es inalcanzable; mientras que la excelencia es "mi mayor logro". La excelencia implica dar el mejor esfuerzo, lo mejor que tengo en pos del mejor resultado asequible. De ahí que lo excelente no sea lograr la excelencia en sí, sino persistir en mejorar los logros y desarrollar nuestro potencial en un continuo crecimiento.
Quizás necesitemos examinarnos. Quizás en vez de procurar la excelencia (mi mayor esfuerzo) estamos siendo perfeccionistas corriendo agotados tras una perfección imposible de alcanzar.
Fuimos creados para amar y honrar la vida. No se nos exige una perfección que no podemos dar. Elegimos dar lo mejor de nosotros para que sea la excelencia (y no la "perfección") nuestra meta. A fin de cuentas, lo importante no es ser "perfecto"; lo importante es no sacrificar los vínculos y las relaciones en pos de una ilusión vana inalcanzable.
Dios nos ama. Y envió a Jesús para rescatarnos de nuestra propia maldad y del orgullo. Él no nos pide la perfección sino que desarrollemos todo lo que nos dio en procura del bienestar de muchos.
viernes, 11 de agosto de 2023
Alegría
¿Serán tristes manías
Acuñadas
Ocultar la luz divina
El gozo te ilumina,
Alma...
Con esa luz tú brillas,
¡Calmas!
¿Hay burbujeante dicha
Aún guardada
Que te invade de risa
La mirada?
Sonríe y canta. No te rindas.
Por su gracia,
Ilumina con tu vida
Donde vayas...
¡Al Dios de la alegría,
Que te ama,
Le gusta compartirla!
Marejadas
De su bondad bendita
Nos regala.
Y al mundo que suplica
La derrama.
Dios bendice con tu risa...
¡Su amor basta!
viernes, 4 de agosto de 2023
Preguntas
La respuesta no está lejos ni escondida en ningún código encriptado. Todos pueden acceder a ella. No se requiere escalar montes ni tampoco ir a ningún lugar místico. Tampoco sacrificios ni ritos oscuros y extraños, ni visitar "gurúes" o "iluminados". Hay acceso libre para que todos, sin distinción alguna, puedan acceder a la verdad.
Es una cuestión tan importante que Dios mismo dejó las respuestas, por escrito
para que no haya lugar a dudas. Se ocupó de que a través de los siglos su
mensaje permanezca para las nuevas generaciones. Muchos
quisieron destruirlo, quemar todos los pergaminos, códices y libros que
contienen las palabras de Dios para la humanidad. Pero, Dios mismo
protegió su mensaje para que llegue a cada generación que surge en
la historia humana. Es imperativo que todos sepan que Dios existe, que es
real y ha preparado nuestro futuro con detalle y con amor. Él nos dice que la respuesta es Jesús, porque al conocerlo hallamos en Él esas respuestas que anhelamos. La Biblia nos relata su historia, su obra y su vida sin fin.
Creer en Jesús sacia la necesidad vital del ser humano, lo encauza y alinea en el propósito y en los planes de Dios. Nos devela, además, nuestro glorioso y bendito destino con Él. Dios, con infinita bondad, ha hecho que sea fácil acceder Él para que todos puedan conocerlo y experimentar una vida diferente por la fe.
¿Creés en Jesús? Te animo a considerar con tu razón y tus capacidades intelectuales, con tu mente y tu voluntad, toda la evidencia que confirma su obra y la verdad de Dios. La evidencia es abrumadora. No hay lugar para la duda.
"De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, sino tenga vida eterna".
"Yo soy el camino, la verdad y la vida", dijo Jesús. "El que cree en mí, tiene vida eterna". "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia". "No temas; cree solamente".
jueves, 27 de julio de 2023
Incansables
Quizás pueda parecer un concepto trillado, teórico, "arcaico", pero lo cierto es que la práctica de este principio (que no es otra cosa que obedecer las instrucciones de Dios), es posible, necesaria y de suma importancia. No significa que no podamos sentirnos cansados o hastiados en algún momento. Significa que, cuando ese momento llegue, podemos decidir conforme a lo que agrada a Dios, y no conforme a nuestra percepción de la situación, que a menudo podría ser bastante egoísta.
El mismo Dios que nos recuerda que hagamos el bien, es el que nos capacita para hacerlo. Él sabe que a veces nos resulta difícil, que a veces simplemente no tenemos ganas o no nos surge devolver con bien a quien nos hace mal. Pero, ¿cómo podríamos mostrarle la luz si caminamos en la misma oscuridad? La actitud correcta, el no usar de "derecho a la venganza", o "darle de su propia medicina", es luz que disipa las mentiras de que no hay amor y de que todo está perdido.
El cansancio es pasajero; el resultado de hacer lo bueno siempre tendrá una trascendencia eterna. Que podamos recordarlo y animarnos para no transigir jamás.
sábado, 22 de julio de 2023
Risas
¿Acaso a Dios le molesta la risa, la paz de la dicha? Por supuesto que no. Iría contra su propia naturaleza, ¡ya que "en su presencia hay plenitud de gozo"! Podría decirse que Él está "rodeado de gozo", y no un gozo superficial y pasajero: un gozo pleno y absoluto, sin pizca de tristeza. La santidad de Dios no le impide estar rodeado de gozo; por el contrario, donde hay santidad y pureza hay gozo verdadero.
Ciertamente, Jesús, mostró el carácter y la Persona de Dios. Él, el Hijo de Dios, que vino a la tierra para salvarnos y mostrarnos cómo es Dios, dijo: "El que me ha visto a mí ha visto al Padre". Hasta los niños lo seguían, lo amaban y querían estar con Él. ¿Sería posible que los niños quisieran estar con alguien hosco, triste y que infunde miedo? Por supuesto que no. ¡Que podamos amar a Dios como los niños! Con reverencia y respeto, con ternura y alegría porque eso le agrada, porque esa es su voluntad.
Incluso en medio de las situaciones difíciles, la Biblia nos anima a alegrarnos en Dios cada día: "Alégrense siempre en
el Señor. Insisto: ¡Alégrense!" Y, además: "Sirvan al Señor con
alegría; vengan ante su presencia con regocijo". Y nos dice, además, que el gozo del Señor es nuestra fuerza.
«Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.» (Romanos 15:13, NTV)
lunes, 17 de julio de 2023
Seguridad
Tú eres mi refugio,
Mi defensa, mi descanso.
No existen artilugios
Ni temores. A tu lado
Sólo hay seguridad.
Tú calmas ansiedades,
Tormentas interiores,
Huracanes...
Rugientes, los ciclones
Se calman ante Ti.
Las luchas y las crisis
Doblegas con tu voz.
Si tan sólo lo dices,
Ordenas todo, Dios,
Con tu Palabra.
Así trajiste calma,
La vida y salvación.
¡Es que tu amor nos salva!
Jesús nos redimió
Muriendo en esa cruz...
Y al resucitar
Abrió un camino al Cielo
Para poder estar
Con nuestro Dios tan bueno
¡Toda la eternidad!
Nada puede quitarnos
Esa seguridad
De sabernos amados,
Y vivir de verdad.
Acompañados siempre,
En calma o tempestad,
Por el Dios que no miente.
El que venció a la muerte
¡El que siempre estará!