lunes, 31 de octubre de 2022

Maravillosa sencillez

Lo sabemos: somos seres complejos en un mundo complejo. Y por alguna razón, suponemos que lo difícil, que nos representa un desafío, es lo mejor. No siempre es así. Aunque seamos motivados por el reto que implica, cuando queremos comunicar y ser entendidos cabalmente, vale la pena ser claros y directos.

La complejidad del universo y la vastedad de sus intrincados misterios dejan absorta hasta la mente científica más encumbrada. Dios el Creador es infinitamente sabio y perfecto. Nuestra mente limitada es incapaz de sondear su grandeza, ni siquiera imaginarla. Sin embargo, Dios quiso mostrarse a nosotros claramente.  

El Dios verdadero y bueno quiere que lo conozcamos sin obstáculos. A Él le ha placido revelarse a nosotros de manera simple y clara. Bien podría haber elegido algún método sofisticado, asequible solamente para algunos pocos. Pero, ¡prefirió la sencillez! ¿Por qué? Porque Él quiere que todos le conozcamos. Él quiere “que todos se salven y ninguno se pierda.”

¡Maravillosa sencillez! El evangelio es comprensible para todos. Si bien las cosas espirituales son aprehendidas de manera espiritual, el mensaje de salvación puede ser comprendido incluso por los niños. 

¿Conocés a Jesús? Prosigamos conociéndolo. El Dios que nos ama, el Perfecto en sabiduría, vino y se hizo pasible de conocer, por amor a nosotros.

Y si todavía no lo conocés de manera personal, te invito a conocerlo ¡y descubrir la grandeza y la infinitud de su amor!

lunes, 24 de octubre de 2022

"Desde que te conocí"

"Desde que te conocí, desde que te recibí,          Desde que experimenté tu perdón, tu amor, tu paz,Algo nuevo en mí empezó por tu Espíritu de amorEs tu vida cual semilla, que brotó en mi corazón.
 
¡Qué momento tan feliz, que alegría recibíAl tener en mi vida tu Presencia celestial!Sé de dónde vengo, sé a dónde voy.Sé quien soy, por qué existo y tu propósito en mí.

Estribillo: 
 
Quiero amar, oh Cristo, quiero dar, oh Cristo.Quiero ser, oh Cristo. como tú.Al caído levantar, al enfermo sanar,A este mundo que agoniza tu remedio alcanzar.
 
Ahora que vives en mí, ahora que te puedo oír,Ahora que crece en mí tu Persona sin igual,Quiero dejar que seas tú, para que no sea yoEl que manda, al que vean, pues a ti en mí han de ver.
 
Correré hasta alcanzar la corona que darásEse día en que regreses y nos lleves al Hogar.Allí llanto no habrá, la justicia reinará,Desde el trono santo y justo reinarás."


Créditos: Eduardo Santoro 


martes, 18 de octubre de 2022

Regreso

Ciertamente, y sin generalizar, los seres humanos somos proclives a juzgar o sentenciar conductas, inclinados a una actitud "justiciera"; tanto, que en ocasiones cuesta ser empáticos y compasivos. El perdón no nos surge espontáneamente. Quizás producto de la experiencia o según los modelos con los que crecimos, se diluye un poco esa actitud de olvidar enseguida la ofensa, como solíamos hacerlo en la niñez. Nos molestábamos con alguien y, después de unos minutos, reíamos juntos sin recordar lo que pasó. ¡Bendita y tierna espontaneidad!

Cuando crecemos, analizamos las razones, causas y consecuencias de la ofensa recibida y eso sólo logra preservar el recuerdo en la mente por más tiempo, con el riesgo de convertirse en algún rencor solapado.

Dios se revela al ser humano como un Dios perdonador, justo y compasivo. Nos dejó por escrito su palabra para ser cada día más como Él es. Jesús, el Hijo de Dios, vino, murió y resucitó para darnos el perdón y vida eterna. Para que podamos reconciliarnos con Dios y tener paz con Él, pero también para aprender a perdonar como Él nos perdona. 

Para que eso sea posible, nos invita a volver a confiar como niños, a recibir el amor y el perdón de Dios. Nos invita a creer y recibir a Jesús por la fe en nuestro corazón. Y a todos los que lo recibimos, nos da el derecho de ser hijos de Dios, con un nuevo corazón y una nueva naturaleza.

Hay un regreso necesario. Podemos regresar, podemos volver a Dios cada vez que el pecado nos aleje. El pecado, los malos pensamientos y acciones nos alejan de Dios, pero, como hijos, podemos regresar a nuestro Padre y recibir perdón... La única condición es arrepentirnos para seguir creciendo y seguir esa transformación diaria.

Él es fiel, Él es bueno y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Él es poderoso para darnos un corazón perdonador como el suyo; para hacernos personas justas y amar a la gente como Él nos ama. 

Por eso, si estás lejos de Dios, no lo dudes: podés regresar a Él con confianza. ¡Él te espera con perdón y con su abrazo siempre!

martes, 11 de octubre de 2022

Charlemos

Parece un poco distinto este octubre atípico de 2022. Envueltos otra vez en la vorágine de un cercano fin de año sin pandemia. Hemos vuelto a la normalidad con intensa y diversa actividad. Pero, todavía quisiera atesorar momentos, no perderlos. Esos en que disfrutábamos en casa o en línea, sin preocuparnos por salir corriendo a otra actividad. Sí. Aunque amo el aire libre, las plazas, parques y salidas!... ¿Te pasa lo mismo? No perdamos esa sensación de estar en casa, con una atmósfera acogedora, tranquila, o llena de alborotos infantiles o adolescentes... igual. Fuimos hechos para compartir, para amar, para hacer el bien y disfrutarlo!
 
Me encanta recordar que Dios es bueno, que no es un ente impersonal distante. Me encanta recordar que Él nos ama y que está pendiente de cada uno. ¡Pendiente de mí! El Dios creador de todo el universo, ¡no se pierde un instante de mi realidad! Lo sabe todo y cuida de mí, de vos... Dios ha estado al tanto de todo. Podemos acercarnos a Él, hablándole. Él atiende a la voz de quien lo busca. Él responde. 
 
Lo que llamamos "oración", no es otra cosa que una conversación con Dios. No debe ser una repetición mecánica de palabras memorizadas, sino una charla sincera. Podemos contarle todo lo que queramos, sin temores ni aprehensiones. ¿Cómo es posible? Porque Jesús, el Hijo de Dios, vino y lo hizo posible. Su vida, su muerte y su resurrección abrieron el camino libre hacia Dios, por la fe en Él.
 
Si confiás y lo recibís de corazón, ya no sos sólo una creación de Dios, sino que te convertís en un hijo de Dios. Y Dios, en tu Padre Perfecto y amoroso. Él hace esa transformación interior que necesitamos.
 
Dios está esperando que vayamos a Él, simplemente, en oración, confiando y creyendo. Descubriremos una dicha incomparable al experimentar la compañía de Dios en todo momento. Nos llenará de paz, satisfacción del alma, nuevas fuerzas y una alegría nueva.  
 
"Dijo Jesús: Vengan a mí..." Hacerlo, es ... ¡absolutamente transformador!

viernes, 7 de octubre de 2022

Best Sellers

El libro más vendido. El más vendido de todos los tiempos, seguramente lo conocés. No es "otro best seller". No es un libro más como todos los demás. Contiene relatos, poesía, historia, leyes, preceptos y principios. Y, ante todo, un mensaje trascendente: el mensaje de Dios para la humanidad. Un Libro único. Eterno. No pierde vigencia. No caduca. Te cautivará y, si lo lees con el corazón permeable, transformará tu existencia y revolucionará tu vida. 
 
Dios se da a conocer, se revela, a cada uno que lee este Libro maravilloso: ¡Encontrarás que Dios es real! Que no es un mito. Que es bueno. Que no miente. Que te ama con un amor incondicional. 
 
El es Dios Creador de todo y Todopoderoso, que se complace en el bien y en la misericordia. Que es justo, santo y clemente.  Que nos ama tanto, que vino a rescatarnos del mal, del pecado, de nosotros mismos y de nuestra vana  manera de vivir. 

Él anhela que tengamos una relación personal, que lo conozcamos de verdad y sepamos todo lo que ha preparado para nosotros. Que existe y nos ama para siempre. ¡Qué tenemos como humanidad un propósito más sublime de lo que jamás podríamos imaginar!