Tenemos un futuro único, ¡y diseñado por Dios! Podemos confiar en Él. Él dirige los tiempos. Siempre cumple lo que promete, y prometió acompañarnos todos los días. Él allana el camino al futuro; lo preparó de antemano para nosotros. Determinó un tiempo de gloria para sus hijos; una vida significativa. Nos lleva "de la mano", nos guía, para que no tengamos temor. Nos dirige para que andemos seguros. Podemos andar con paso firme, surcando los tiempos porque Dios diseñó nuestra vida.
Él tiene en cuenta los detalles que tanto nos preocupan. El camino quizás no sea idílico, pero, con Él a nuestro lado, será una vida en plenitud y gozo. A ese futuro lo forjamos hoy, desde las resoluciones cotidianas. Cada decisión sabia nos acerca a él. Podemos determinarnos a honrar a Dios y a obedecer sus palabras, alcanzar ese futuro con su ayuda. Al hacerlo edificamos nuestra vida individual y la familia realizando esos proyectos que Él pone en nuestro corazón.
Actuemos con valentía rumbo al futuro, confiando en Dios. Ciertamente podemos confiarle a Él toda nuestra vida porque Él nos ama con un amor eterno.