domingo, 15 de enero de 2012

Nunca deja de amarte

Fuimos creados para lo bueno, por un Dios bueno, el único Dios.

Dios no me pide nada para amarme. Me ama desde antes de nacer con un amor inexplicable, infinito e incondicional. 

Si hago lo bueno como nadie, o si fracaso y me equivoco, como nadie, Él me ama de igual manera. Aunque eso no significa que apruebe o acepte lo malo. Él no me ama más por hacer el bien, ni me ama menos por mis errores. Pero, si creo en Él y confío, su amor me transforma para siempre, de modo que mi tendencia al mal será cada vez menos incidente en mi vida.

Que Dios me ame a pesar de todo, ¿Es una excusa para hacer lo malo? Jamás. Al contrario, el sabernos muy amados nos mueve a agradarle a Él, a hacer lo bueno. 

¡Somos muy amados! Que esa certeza nos ayude a crecer y ser mejores personas.Que sabernos amados nos motive a procurar ser más como Él es. 

"Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Dios nos ama de tal manera, que dio lo mejor por nosotros. 

Somos seres tan vulnerables, y sin embargo, el Dios Todopoderoso nos ama y cuida de nosotros, como un padre cuida con ternura de sus hijos. Y Dios es el Padre Perfecto, sin defectos ni errores. Confiar en Él es una decisión que cambia nuestro destino. 

Él nunca deja de amarnos. Él nunca deja de amarte.  ¡Qué magnífica verdad!