martes, 28 de septiembre de 2021

"Te lo prometí."

Quiero contarte... para que vos también lo puedas recibir. Jesús dijo: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo". Hoy me recordó esta promesa, otra vez. Ciertamente, nuestras palabras humanas no alcanzan para mostrar el amor de Dios y su amada voz. Pero, lo intento así, parafraseando humanamente:

"Aquí estoy. A tu lado. Yo sé que tus preocupaciones a veces te obnubilan. Sé también que en la vida se nubla la vista muy fácilmente y no podés ver que sigo obrando siempre. Quiero que sepas que estoy aquí aunque no me veas, aunque se te olvide. Te lo prometí. 

No te dejes engañar por lo que sentís: incluso cuando te sentís solo yo estoy acompañándote, como te prometí.

Aunque te parezca que algo es imposible, sabés que para mí nada lo es. No te preocupes tanto.

¡Te amo como siempre! Siempre te amo. Sos mi obra maestra, mi hijo amado, mi muy amado, la alegría de mi corazón. 

Si no podés escucharme claramente, callá los ruidos leyendo mi Palabra escrita: mi voz te será clara. Hablaremos tranquilos, vos y yo.

Sé todo lo que pasa. Te conozco bien. Sigo siempre a tu lado. Aquí estoy. Yo te ayudo.

Hoy quiero recordarte lo que te prometí: Nunca te dejaré ni te desampararé. Sos más que vencedor, siempre y para siempre. Yo te lo prometí."

¡Qué hermosa certeza! Si Dios lo prometió, ¡lo cumple!

¿Conocés a Jesús? ¿Tenés una relación personal con Dios, un diálogo, una amistad? Te invito a que te acerques a Él en oración, hablándole. Él te escucha y te responderá. Anhela que sepas que te ama mucho y quiere acompañarte así, para siempre.

De tal manera nos ama Dios, que envió a su Hijo, para que todo el que cree en Él, no se pierda y viva para siempre.

martes, 21 de septiembre de 2021

Relato de primavera

Y aquí está, esta primavera muy esperada con expectativas obvias. Con cambio climático y todo, pero primavera al fin. ¡Al fin primavera!
 
Tratamos de mirar con empatía este tiempo, dejando atrás un invierno que saturó con inseguridades otra vez. El país intenta seguir adelante, osadamente, mientras muchos persisten, con prudencia, en no enfrentarse al virus escondido todavía en la primavera. 
 
En esta realidad pandémica, por hartazgo o por necesidad, se sale al ruedo de la lucha, que más que nunca, es indudablemente desigual. Hay que salir, vivir  "en el afuera" después del aislamiento, a pesar de todo. Es necesaria la empatía. No somos los mismos. De una u otra manera fuimos cambiados, todos.  Por eso, si extrañás a quien partió, o celebrás estar juntos y todos; si añorás ese empleo, o emprendés algo nuevo... de igual manera, todos necesitamos saber que Dios nos ama y quiere ayudarnos a seguir adelante, con Él.

La vida resurge en este septiembre sureño. Hay esperanza, en verdad, porque Dios está con nosotros. Necesitamos, nosotros, estar con Él y ser conscientes de nuestra mayor carencia.

Que en esta primavera podamos resurgir de nuestros sucesos individuales, para encontrar que Dios es real y está al tanto de todo;y que le importamos más de lo que suponemos.

Confiemos en Dios, que dirige los tiempos, y pongamos la esperanza en su amor tan grande y en su poder que es infinito. Con Él vamos seguros, caminando juntos hacia el futuro, sin temor, a pesar de todo. ¡El Dios que nos creó ama infinitamente a esta contradictoria humanidad!

sábado, 18 de septiembre de 2021

Eterna

En este siglo tan versátil y voluble de cambios muchas veces drásticos, han surgido cuestionamientos y desafíos impensados. Todo parece ser pasible de cuestionamiento. Aun así, en medio de tanta "inestabilidad" sigue firme la declaración bíblica: "La palabra de nuestro Dios permanece para siempre" (Isaías 40:8). Aunque todo lo demás se desestabilice, la Palabra de Dios, la Biblia,  permanece inamovible. La Palabra es eterna, siempre vigente. De igual manera, sus promesas y su poder.

El mensaje del evangelio es un llamado a recibir el amor de Dios y su socorro. Sólo en Dios estamos a salvo, firmes, seguros, en paz. Podemos acudir a Él libremente, creyendo en Él y en su Palabra. 

No hay secretos para una vida diferente y en verdad victoriosa: "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo"; es una promesa que transformará tu vida y tu futuro para siempre. Para permanecer en esa victoria la clave es vivir en dependencia de nuestro Dios, leer la Biblia, creerla y ponerla en práctica. 

Si todavía no lo experimentaste, no te lo pierdas. Comprobalo por vos mismo.

lunes, 13 de septiembre de 2021

Diálogos

"Estás aquí, como siempre, mientras navego en el mar de palabras buscando describirte mejor. Estás aquí mientras intento decir cómo sos. Mientras escribo y vuelvo a escribir, aquí estás. Y sé que esta certeza de que estás conmigo no es una mera idea: es tu promesa. La promesa que vivo y la que viven millones de millones de personas en el mundo hoy. Los que te amamos, los que te creemos, los que te hemos recibido, sabemos que estás con nosotros, como lo prometiste. Así. En silencio, a veces; hablándonos, otras.

El diálogo a diario: Mi voz. Tu palabra.

Me pregunto cómo transmitir que sos tan real, tan bueno. Y recuerdo tus palabras: "Deciles que les amo y que nunca los dejaré". Quisiera contarles tantas cosas. Pero, a este mundo que escucha estridencias, creo que le cuesta escuchar tu voz.

Pienso, entonces, que quizás escuchen esta voz callada; esta voz escrita, que es tan sólo eco, sólo un débil eco, de tu gran amor.  Que alguien hoy te encuentre y su vida cambie para siempre. Que hasta las palabras formen ese puente hacia el Camino que conduce a vos. Que puedan escucharte, que puedan entregarte su vida entera y darse cuenta que conocerte es posible.

Y sabrán, entonces, que no hay palabras que sean tan sublimes para describirte tal cual como sos. No existen palabras para describirte. Apenas reflejan todo lo magnífico y todo lo excelso que sos, mi Señor y Dios.

Tu anhelo es que escuchen. Quisiera que vean que es fácil hallarte, que vos no estás lejos, que Jesús ya vino, y que hizo posible encontrarte, si tan sólo te buscamos de todo corazón.

Sé que muchos miles no saben de vos. Por eso te pido, te pido otra vez, que tu voz recorra el mundo entero, diciéndole a todos que hay esperanza y oportunidad; que sos bueno y justo, que sos el Salvador. Sos el Dios que acepta. El que no abandona. El Dios que nos ama. El único Dios."

lunes, 6 de septiembre de 2021

Nueva normalidad

Al finalizar la pandemia, volveremos a la "nueva normalidad". Una realidad modificada obligatoriamente por las circunstancias. Quizás retomaremos el ritmo de vida anterior, con los cambios inevitables y los nuevos hábitos. Algunos son tan buenos, que deberíamos adoptarlos para siempre: rutinas saludables, conductas nuevas y nuevos enfoques. 

La vida espiritual también fue impactada en este tiempo. Muchas personas han acudido a Dios, han vuelto a una relación con Él. Se afirmaron en su fe. Muchos fortalecimos ese vínculo maravilloso con Dios y descubrimos incontables muestras de su bondad y su compasión infinita.

Tenemos una magnífica oportunidad de sacar lo mejor de estos años, buscando ser, como suele decirse, "la mejor versión de nosotros mismos". Volver mejores depende de nosotros. Tal vez debamos adquirir aún nuevas pautas para la vida diaria, para las relaciones, para el trabajo, para la vida social y familiar. Y, por supuesto, también para nuestra vida espiritual. Volveremos mejores, con la ayuda de Dios.

Que no "volvamos a lo de antes". Que sea más bien un avanzar con nuevo empuje y entusiasmo, con una mentalidad transformada -transformada otra vez-, renovada, "reseteada y actualizada". 

Que sea implementemos cambios profundos, internos y externos. Que en cada ámbito podamos poner en práctica lo aprendido, compartir, como nunca antes, el amor recibido de Dios y experimentar la realidad de su existencia.

Con Dios, volveremos mejores y con metas más claras, con fines más nobles. Volveremos más fuertes, porque Él nos acompaña.