En este siglo tan versátil y voluble de cambios muchas veces drásticos, han surgido cuestionamientos y desafíos impensados. Todo parece ser pasible de cuestionamiento. Aun así, en medio de tanta "inestabilidad" sigue firme la declaración bíblica: "La palabra de nuestro Dios permanece para siempre" (Isaías 40:8). Aunque todo lo demás se desestabilice, la Palabra de Dios, la Biblia, permanece inamovible. La Palabra es eterna, siempre vigente. De igual manera, sus promesas y su poder.
El mensaje del evangelio es un llamado a recibir el amor de Dios y su socorro. Sólo en Dios estamos a salvo, firmes, seguros, en paz. Podemos acudir a Él libremente, creyendo en Él y en su Palabra.
No hay secretos para una vida diferente y en verdad victoriosa: "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo"; es una promesa que transformará tu vida y tu futuro para siempre. Para permanecer en esa victoria la clave es vivir en dependencia de nuestro Dios, leer la Biblia, creerla y ponerla en práctica.
Si todavía no lo experimentaste, no te lo pierdas. Comprobalo por vos mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario