sábado, 24 de septiembre de 2022

Frutos buenos

Nunca deja de asombrarme la primavera. Encuentro tanto amor en el despliegue de septiembre, lleno de brotes y hojas nuevas y flores. A raudales en parques, plazas y casas y balcones. Caminamos más lento para disfrutar el aire aromatizado de colores frescos. Se desperezan los árboles extendiendo sus ramas al cielo y exhalando brotes... En este tiempo todo crece, se desarrolla, se prepara para dar nuevo fruto. 
 
Busquemos crecer en este continuo ser personas de bien, con fines nobles y generosidad, con alegría, con perseverancia. Lo sé: aunque vivimos en una sociedad difícil, hay corrupción, violencia y necesidad. Pero, no dejemos que nos condicione el entorno: tenemos la capacidad, en Dios, "de florecer en donde estemos" si dependemos de Él, que nos sustenta y da vida.

Los árboles siguen dando vida, aunque los poden o los corten al ras, siguen dando ramas nuevas, conforme su naturaleza. Aunque alguien les corte sus ramas, la naturaleza del árbol seguirá regalando su fruto (manzanas, o nueces, duraznos...).

Que en esta primavera decidamos pagar con bien, incluso a quien nos hace mal. Es que, los hijos de Dios, como el árbol bueno, seguiremos dando buen fruto, incluso para aquellos que nos hieren voluntariamente o sin intención. ¿Cómo es posible? Porque el amor de Dios nos dio un nuevo corazón, una nueva naturaleza. Y podemos elegir el bien. Podemos elegir creer y confiar en Él.

Anhelo que en esta primavera (si todavía no lo conocés) puedas conocer al Dador de la Vida. A Jesús, ¡al Dios que nos ama y nos regala tanto bien! 

sábado, 17 de septiembre de 2022

Te acompaño

Te acompaño. Quizás no nos conocemos, o sí. He aprendido que puedo sostener tu mano, aliviar tu carga, pelear a tu lado tus batallas, acompañarte, acercarte consuelo y esperanza desde mi día a día. He aprendido de otros que lo hicieron por mí antes. Y es tan grato saber que puedo ayudarte de mil maneras y que la distancia desaparece, los obstáculos también.

No estamos solos. Aunque lo sientas así. Aunque no veas a nadie ahí con vos o aunque  "dé lo mismo". Es cierto que en momentos difíciles parece realidad esa supuesta soledad de la lucha diaria. Pero, no aflojes. Nunca te rindas. Aunque luches solo o acompañado, no te rindas. Contá conmigo. Estoy acompañándote de alguna manera que quizás  no conozcas todavía: en oración, es decir, en un charlar de vos con Dios, en tu favor.

Hay un Dios. Es real. ¡Y no te imaginás cuánto nos ama! Dios existe y es el Creador de todo. Él escucha a quien le hable desde el corazón. Él te conoce. Le pido a Dios por tu vida, por tus días, por tu presente y tu futuro. En oración, hablo con Dios para que puedas conocerlo. Y vos también podés hacerlo. Porque basta solamente con hablarle, sinceramente, y Él te responderá y transformará toda tu existencia para siempre. Y no exagero.

Te animo a no dudarlo siquiera. Preguntale a Él, sólo a Dios... Millones de millones de personas lo han comprobado. Vos también podés. Así, simplemente.


lunes, 12 de septiembre de 2022

¿Quién?

¿Quién le puso ese tinte al ocaso,

A los atardeceres fantásticos,

Tan irrepetibles que no alcanzo

A aprehender su belleza si alzo

Mis ojos al cielo?

 

¿Quién le puso ese velo de encanto,

Quién cubre la tierra cual manto,

Quién guarda la vida con tanto,

Poder y anhelo?

 

¿Quién sigue mirando, Quién nos sigue amando 

Aunque estemos lejos? 

Nuestro Dios, que es Bueno.

 

Él.  Quien creó el ocaso... Quien creó el abrazo,

Quien nos ama tanto que aun por salvarnos 

Se ausentó del Cielo.

 

Vino a rescatarnos. Vino a mostrarnos  

No solo belleza, no solo la fuerza 

Que ordena y que crea.

 

Hoy quiere decirnos 

que Él envió a su Hijo para hacernos hijos. 

Él es quien lo hizo todo por amor.

Es Él. Es Dios. El Creador.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Herederos

Cuando de herencia se trata, podemos pensar casi de nmediato en la herencia de posesiones materiales o dinero. Sin embargo, la herencia más preciada, indudablemente, es aquella intangible y perdurable. La que implica incluso un bien mayor que tener un buen pasar o solvencia económica. Qué herencia queremos dejar determina, además, el accionar en pos de ella. Dedicaremos tiempo a ese fin, nos abocaremos a ello. 

Los padres preparan herencia para sus hijos, sus nietos. Los padres forman legados para su descendencia. La plena conciencia de ello nos ayuda a vivir responsablemente, a tomar decisiones apropiadas. No obstante, en ocasiones se nos olvida que nuestra vida está forjando un legado, quiérase o no. El reflexionar sobre eso nos ubica en perspectiva: Que el disfrute del presente no nos haga olvidar el futuro. Que podamos recordar que el futuro comienza hoy. Que podamos vivir con sabiduría el presente para que nuestra herencia haga bien a muchosy nuestro legado sea noble y pueda transmitirse a las nuevas generaciones.

Dios es Padre de todos aquellos que le creen y lo aman, los que han creído en su Hijo Jesús y lo han hecho parte de su vida. El Padre Perfecto. Jesús ha hecho posible que seamos hijos de Dios. Somos muy amados y aceptos en Cristo Jesús. Somos el tesoro preciado de Dios. Somos herederos.

¡Nos ha hecho herederos! Dios ha prometido para sus hijos una herencia incorruptible, eterna e incomparable. El infinito amor de nuestro Dios y Creador nos ha hecho acreedores de la mejor herencia: Su herencia preparada con amor para todos y cada uno de sus hijos.