sábado, 17 de septiembre de 2022

Te acompaño

Te acompaño. Quizás no nos conocemos, o sí. He aprendido que puedo sostener tu mano, aliviar tu carga, pelear a tu lado tus batallas, acompañarte, acercarte consuelo y esperanza desde mi día a día. He aprendido de otros que lo hicieron por mí antes. Y es tan grato saber que puedo ayudarte de mil maneras y que la distancia desaparece, los obstáculos también.

No estamos solos. Aunque lo sientas así. Aunque no veas a nadie ahí con vos o aunque  "dé lo mismo". Es cierto que en momentos difíciles parece realidad esa supuesta soledad de la lucha diaria. Pero, no aflojes. Nunca te rindas. Aunque luches solo o acompañado, no te rindas. Contá conmigo. Estoy acompañándote de alguna manera que quizás  no conozcas todavía: en oración, es decir, en un charlar de vos con Dios, en tu favor.

Hay un Dios. Es real. ¡Y no te imaginás cuánto nos ama! Dios existe y es el Creador de todo. Él escucha a quien le hable desde el corazón. Él te conoce. Le pido a Dios por tu vida, por tus días, por tu presente y tu futuro. En oración, hablo con Dios para que puedas conocerlo. Y vos también podés hacerlo. Porque basta solamente con hablarle, sinceramente, y Él te responderá y transformará toda tu existencia para siempre. Y no exagero.

Te animo a no dudarlo siquiera. Preguntale a Él, sólo a Dios... Millones de millones de personas lo han comprobado. Vos también podés. Así, simplemente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario