¿Te abruman algunas situaciones, buscás respuestas y no entendés qué pasa? Quizás las cosas no se ven con claridad. Nunca podemos ver el cuadro completo de lo que sucede. No vemos los detalles. Dios sí los ve. Él cuida de nosotros. Nos pide que miremos con fe las circunstancias que vivimos porque la fe ve mucho más allá que nuestros ojos. Más allá de lo que vemos y sentimos, hay una respuesta preparada por Dios.
Él es un Dios bueno que trata con los detalles y dispone de antemano todas las cosas. Nuestras dificultades y necesidades nunca le sorprenden. Nada lo toma por sorpresa.
No encerremos la mirada en nuestro entorno inmediato, en las circunstancias. Dejémonos guiar por Dios, sencillamente. Confiemos en su amor y en su bondad infinita. Él quiere siempre lo mejor para nosotros. Hará lo mejor para nosotros aunque no se vea claramente todavía.
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