
Este año nuevo traerá dulzura y
sabores inesperados. Seguramente. Pero no tengas temor. Dios estará cada instante allí. Él prepara de antemano el camino que vamos a
transitar y va delante de nosotros para protegernos.
¡Vale la pena no desesperarse y
confiar en Dios! Él siempre es fiel y nunca falla. A esas cosas que te parecen amargas y difíciles Dios las tornará en buen fruto. para tu bien y para el bien de otros.
No reniegues de las circunstancias
difíciles: Dios usará todas para hacernos realmente plenos y felices.