sábado, 16 de mayo de 2020

Perdón

Sin dudas, el perdón nos hace mejores personas; más positivos, más amigables, menos rencorosos, menos hostiles. El perdón no es una debilidad. Perdonar nos hace más fuertes y más seguros del control de nuestras emociones. Nos ayuda a comprender que tenemos la capacidad de decidir y también el dominio propio para no sucumbir al impulso de la revancha.
Por supuesto, en muchas ocasiones no es fácil y en otras, parece imposible. Quizás parezca más fácil vengarse o guardar rencor, pero eso acarrea males peores. La falta de perdón nos ata al pasado, al hecho y a la persona que nos hizo mal. La única manera de librarse de todo eso es perdonando. 
Alguien dijo que perdonar es "renunciar a mi derecho de reclamar justicia y retribución por un hecho que me ha dañado". Y realmente, el perdonar consiste en una decisión. No es un sentimiento. Podemos perdonar a alguien porque decidimos hacerlo, aunque no tengamos sentimientos que acompañen la decisión. Puedo decir: "Yo decido perdonarle, aunque no siento ganas de hacerlo. Lo hago como una decisión de mi voluntad." Al hacerlo, aunque tenga que volver a ratificarlo una y otra vez por un tiempo, voy a comenzar a sentirme libre de pensamientos negativos hacia la persona, libre hasta de ese "repulsivo alegrarse si le va mal en algo" que lleva a pensar: "Se lo merece." Porque no somos jueces.  No significa estar de acuerdo con el otro. Perdonamos por misericordia, sin juzgar si merece o no nuestro perdón. Llegará el día en que podremos recordar sin rencor al ofensor.

Ejercitemos el perdón a diario, rápidamente y en cosas simples y podremos vencer con el perdón al mal. No es conveniente huir de la situación. Afrontémosla y démosle solución perdonando y terminando con ese ciclo negativo que sólo nos genera estrés y tristeza. Dios nos dice: "Perdonen y serán perdonados". Así como recibimos y disfrutamos el perdón de Dios que nos libera de toda culpa, tenemos que perdonar a otros, por misericordia. La sensación de libertad y paz que nos da... ¡es magnífica! Pidamos a Dios que nos llene con su amor, que nos ayude a perdonar, y Él lo hará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario