sábado, 15 de febrero de 2020

Trascendencia

A lo largo de la vida comprobamos la importancia relativa de las cosas. Las simplezas, lo sencillo, lo valioso y lo trascendente. El planeta, el tiempo, la salud, el trabajo, el estudio, son relevantes para nuestra vida. La familia, los amigos, en fin, las personas ocupan el lugar de mayor importancia. Nuestra vida trasciende esta vida. Se extiende hasta la eternidad. La vida no termina aquí porque no termina con la muerte. Hay más: nuestra persona, nuestra esencia, el alma, es eterna. 

Dios nos ama tanto que preparó todo para que podamos vivir felices con Él para siempre. La vida no acaba cuando morimos. Hay un lugar perfecto y hermoso preparado por Dios para nosotros, al cual llamamos Cielo. La condición para acceder a ese lugar es creerle a Dios, confiar en Él, sin dudar, como un niño lo haría. ¡El Cielo es para nosotros! Dios lo preparó para quienes lo amamos. Si creés que Jesús es el Hijo de Dios vivirás por siempre. Esa es la promesa de Dios.
 
Él vino a rescatarnos. Si hablamos con Él, Él nos oye. Jesús murió y resucitó por nosotros para que podamos  conocer a Dios. Esto es lo más trascendente.
Jesús dijo: "El que cree en mí tiene vida eterna". Nos ha prometido una vida abundante y una vida sin fín para todo aquel que cree en Él. También es para vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario