domingo, 2 de febrero de 2020

Paremos

En este siglo en que todo es más rápido necesitamos parar, bajar la velocidad. No solo la actividad sino la vorágine mental también. Detengámonos a pensar. A considerar. A valorar lo que en verdad es importante. La vida vuela y nosotros con ella porque no nos detenemos a observarla. No podemos ver con claridad porque todo pasa demasiado rápido. Hacer una pausa para pensar puede salvar nuestra vida.

No te agotes en un frenesí materialista. Disfrutá de la vida, encontrando al Dador de la vida. Dios existe. Dios nos ama y nos mira esperando que nos detengamos. Él está muy cerca, esperando que nos acerquemos más.

Dijo Jesús: "Vengan a mí...yo les daré descanso". En Él encontrarás que la vida es más que un correr de aquí para allá quemando años de existencia sin sentido. ¡Hay esperanza en Dios! Hablá con Él abiertamente. Todo será distinto. Hallarás que tu vida tiene sentido y un propósito único y especial.

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