Todo parece cambiar en nuestro enero, hasta el humor. "Humor verano": la exaltada algarabía de vacaciones, el refunfuñar del mediodía ardiente en la ciudad. La velada feliz al fresco de la noche. El sol que enfrenta a los peatones en las calles. El mundo cambia con las estaciones. Cambia el entorno y también nosotros. Todo cambia. Cambia la vida, paso a paso. Pero, en este nuevo año recordemos que Dios nunca cambia. Fue, es y será por siempre Dios, Dios bueno, justo y misericordioso.
El Dios que envió a su Hijo Jesús para reunirnos con Él, nos espera en todo tiempo con nuevas oportunidades para conocerlo, y para seguir conociéndolo más cada día.
Te deseo un buen tiempo, bendecido por Dios. Que puedas encontrarte con Él ¡y saber por vos mismo que Dios es bueno!
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