miércoles, 22 de abril de 2020

Átomos de nada

¡Los días de abril en esta parte del planeta son fantásticos! Los aromas, los colores, variaciones de luz, la frescura, los atardeceres. El olorcito del café caliente y esa brisa. La belleza del otoño mismo. El ritmo de los días, las noches precoces. Cada otoño es distinto. ¡Cada otoño es simplemente bello! El aire mismo que cambia. Las texturas que invaden las calles. 
 
 
Nunca el azar, mezclando átomos de nada, ¡podría lograr tal maravilla! ¡Dios lo hizo todo, de la nada! El reloj acompasado que rige la naturaleza, las leyes del universo, la vida misma del que vive. El armonioso devenir de las estaciones, los cambios peculiares llenos de un esplendor inexplicable. La fuerza "a medida" del sol en cada tiempo, el caudal de los ríos, la fauna. Hasta el copo de nieve, mágico y perfecto. 

Todo lo creado nos remite a Él, si abrimos el corazón. Todo lo hizo por nosotros, para que, abiertos nuestro ojos, podamos verlo a Él detrás de sus obras. El Creador de todo lo que existe es poderoso y Único.

Hay un Dios bueno que hizo todo para mí. ¡Eso me alegra tanto, que saltaría de puro gozo!... ¿No te emociona saber que Aquel que tiene tanto poder y sabiduría te ama tanto? Dios es real. Todo lo hizo por amor. Por amor a vos, por amor a mí, por amor a todos. Conocerlo es la experiencia más valiosa de toda la existencia.

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