sábado, 10 de octubre de 2020

Escuchando

Su mensaje es claro. Un mensaje que genera reacciones diferentes. Se lo percibe de manera individual. Puede ser causa de debates o burlas o polémicas. Puede recibirse o rechazarse. Se lo debe considerar, ya que su importancia sigue siendo suprema. Hay quienes lo reciben, quienes disfrutan escucharlo. ¡Hay quienes nunca lo han oído! No obstante, sabemos que es bueno, sumamente vital. No es suficiente con oírlo nada más.

El mensaje de Dios, que transforma vidas, circunstancias y destinos. El Dios que nos ama. Dios existe. El Dios eterno, el Creador, el Verdadero, el Justo y misericordioso, es Dios Santo y bueno. Dios nos quiere como nadie más podría amarnos. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Es tan importante, tan sublime, tanto, que ni te imaginás. No podemos quedarnos en silencio. Si podemos llevar vida, alivio y salud a alguien, ¿por qué callar? Si conocemos la clave que necesitás para vivir con paz... si encontramos el tesoro más grande que alguien pueda imaginar, ¿cómo no contarlo? 

Podés escucharlo tranquilo, pensarlo, considerarlo con atención: el mensaje de Dios puede transformarte, y llenar de vida tu existencia para siempre. Comprobalo vos mismo.

Encontrarás más información sobre el mensaje de Dios al leer la Biblia. ¡Te sorprenderás!

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