sábado, 22 de mayo de 2021

Acciones

Tiempos en verdad difíciles. Mucha gente con el nerviosismo a flor de piel. Las situaciones que se viven predisponen a roces, a reacciones y acciones desesperadas. En esta parte del hemisferio, el invierno cercano ha suscitado alertas y alterado más los ánimos. El norte ya pasó por esto: otra etapa pandémica en invierno. Para muchos, el solo pensarlo significa una seria preocupación con varias aristas. Preocupan las relaciones porque se limitó al círculo familiar con el que se convive a diario. Preocupa la dificultad de contactarse con seres queridos, mayores, ancianos, que viven en otro lugar. Preocupa la salud psicológica de algunas personas, trastornos que se acentúan al permanecer en su casa. Preocupa la economía,  la disminución de ingresos por la actividad limitada. El avance de la pobreza, la inflación. Nos corresponde hacer nuestra parte. Acciones y oraciones.
 
La oración es la ayuda eficaz, la que siempre llegará oportuna incluso a lugares lejanos o inaccesibles para nosotros. Como cristianos, podemos hacer aún más: ayudar, orar, consolar, presentar a Jesús. Colaborar con la congregación, ayudar a familias carenciadas, asistir a los necesitados, colaborar con los microemprendimientos que han surgido, donar ropa, alimentos, hacer todo lo posible. Ante todo, ser compasivos, empáticos y orar por todos, incluso por las autoridades que deben tomar decisiones cruciales. Oremos, con fe, con fervor, con confianza, con persistencia, con detalle, y con esperanza. Dios oye las oraciones de sus hijos y responde. Demos gracias por cada respuesta. ¡Qué alegría da ver las respuestas de Dios!
 
Procuremos que muchos escuchen el mensaje de esperanza. Que sepan que Dios los ama, que pueden acudir a Él con confianza; que puedan creerle y recibir el regalo de la salvación. Podrán comprobar que Dios está a su lado, y que nunca estarán solos ni desamparados.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario