sábado, 15 de mayo de 2021

Procesos

Este tiempo de pandemia ha sido, para muchos, sumamente difícil. Les ha resultado complicado vivir 24 horas en casa, "todos a la vez". Puede parecer risueño, pero, lamentablemente, sucede. Se dice que las crisis sacan lo mejor de nosotros o lo peor. Y así es, según cómo cuidemos nuestra vida interior, nuestro carácter y nuestras actitudes. Podemos sorprendernos de nosotros mismos, muy buenos y correctos: en algún momento afloran nuestras debilidades. Nos desesperamos, actuamos mal, surgen ásperas aristas del carácter que creíamos sanadas. Pero, no nos desanimemos. En verdad, mientras vivamos seremos obras en proceso, todavía imperfectos y falibles. Eso no constituye una excusa, sino la verdad que nos impulsa a progresar y no rendirnos en nuestro andar hacia la meta de ser mejores a diario. 
Nuestro ejemplo máximo es Jesús. Él nos perdona y nos socorre en el proceso, sin duda. Nos devuelve la alegría, pero debemos reconocer lo que necesitamos cambiar y que solos no podemos lograrlo. Y Él nos ayudará. Él lo hará. Es por Él que podremos decir que, en esta pandemia, se hizo visible lo mejor de nosotros, y no lo peor.
¿Conocés a Jesús? Me refiero a si tenés una relación personal y de amistad con Él. 
Él es real. La historia misma lo confirma. Vivió, murió por nosotros y resucitó para darnos una vida absolutamente nueva y una vida eterna. Por la fe en Él recibimos todo eso, y mucho más. Si querés conocerlo, hablale y Él te responderá. Perdonará tus pecados, te dará paz y un nuevo futuro. ¡Te lo aseguro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario