viernes, 14 de abril de 2023

Caminatas

¡Amo las caminatas! El otoño invita a caminar por estas calles históricas, tan pintorescas. Cuántas generaciones pasearon por aquí, se sentaron a conversar o simplemente a observar la gente pasar... No puedo evitar pensar en ellos, si lo habrán disfrutado como yo, o pasarían enfrascados en sus propios problemas sin percatarse de la cálida belleza que envuelve la avenida.
 
Quien puede disfrutar las pequeñas cosas se acerca más rápido a la felicidad, sin duda. ¿Le importa a Dios que disfrutemos? ¡Por supuesto que sí! Él nos creó con la capacidad de disfrutar todo lo bueno y bello. Dios mismo, que nos alienta a alegrarnos en Él, seguramente mira con agrado a estos humanos "cazadores de momentos" que disfrutan ver Su obrar. A esos "descubridores de belleza camuflada en la rutina cotidiana". Dios nos comprende. Sabe que lo bueno y lo hermoso nos causan alegría. La bondad y la belleza nos hablan de Él.
 
Jesús vino a mostrarnos a Dios, al Dios verdadero en cuya presencia "hay plenitud de gozo". Es decir, ¡una alegría suprema y sin fin! La santidad y el gozo lo caracterizan. El amor es la palabra que mejor lo describe: "Dios es amor". 
 
Nos ama tanto que envió a su propio Hijo a rescatarnos de nuestra vana y vacía manera de vivir para que tengamos vida verdadera. Pero, es necesario creerle y arrepentirnos del pecado porque el pecado nos separa de Dios y de lo bueno. El pecado y la alegría no pueden estar juntos. 
 
¡Qué dicha tan grande es conocer a Dios y recibir tanto bien!  Si no lo conocés todavía, te invito a conocerlo. Disfrutarás, como nunca antes de la vida,  de todo lo bueno y todo lo bello. No porque estés exento de penurias, sino porque el Dios que nos ama tiene el poder de cambiar nuestro lamento en danza y las lágrimas, ¡en fuente de alegría!

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