No nos extrañemos al oír decir "Dios es bueno", "Dios es Todopoderoso", "Dios es perdonador". No pensemos que es imposible porque nada es imposible para Él. Puede amarnos infinita, incondicionalmente, tal como somos, aunque fallemos mil veces, porque Él es Dios. Porque Él así lo quiere.
Dios nos ama de tal manera que dispuso todo para rescatarnos del mal camino que habíamos elegido. Envió a Jesús, su Hijo, para mostrarnos al Dios verdadero, al Dios que perdona. Y no sólo eso: si nos decidimos a creerle y a confiar en Él, nos da un nuevo corazón, una nueva mente, una nueva vida, un nuevo destino.
¡Dios es incomparable! Único y verdadero. No se asemeja en ninguna manera a los ídolos creados por los hombres. Tan diferente es, como el Creador de todo se diferencia de todo lo creado. Dios es Dios. Dios es real. Dios es bueno. Dios es amor y nos dejó su mensaje más trascendente:
"De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16, La Biblia).
Podés comprobarlo por vos mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario