domingo, 4 de julio de 2021

"Yo te amaré para siempre"

Mientras crecemos, la independencia es necesaria para aprender a tomar decisiones y asumir responsabilidades de otra manera. Desarrollar nuestras habilidades y aptitudes; aceptar desafíos y correr riesgos medidos con un buen fin en mente. A lo largo de la vida entendemos que nos necesitamos unos a otros. Interactuamos con los demás, en pos de las metas comunes y afines, también edificando y construyendo relaciones interpersonales, amistades, vínculos duraderos.

Vivimos experimentando una consecución de metas y objetivos que se renuevan camino al futuro. Sin embargo, cuando nos hablan de lo eterno, puede resultarnos difícil de comprender y de aceptar. Todo lo que como humanos podemos ofrecer es muy limitado; también nuestro entendimiento. Quizás por eso preferiríamos no considerar la cuestión, dejarlo para después, no preocuparnos por eso. Pero, Dios es real. La eternidad, también.

Dios, que no tiene límites y todo lo puede, nos ama con amor eterno. Deberíamos, entonces, considerar el tema de la eternidad. Existe una eternidad después de esta vida, en la cual Dios seguirá amándonos como lo hace hoy. Su amor incomparable trasciende este mundo y el tiempo. Dios dice: "Yo te he amado con un amor eterno..." (Jeremías 31:3, NTV). 

¿Te das cuenta? Esa es la manera en que Él nos dice:  "Yo te amaré por siempre". ¡Cuánto nos ama Dios!

Solamente nos pide creer. ¿Creés en Jesús? Si todavía no lo conocés, te invito a creer en Él, a recibirlo en tu vida. Te ama infinitamente, tanto que murió y resucitó para darte una vida nueva, dichosa y eterna.

Dios ha preparado cosas maravillosas para quienes lo aman. Y podés comprobarlo por vos mismo.
"De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

No hay comentarios:

Publicar un comentario