martes, 11 de agosto de 2020

Calor de invierno

Día típico. Helado. De esos en que no da ganas de salir de la cama. De esos días en que los vidrios se empapan de lluvia fría. En estos días es cuando más experimentamos "el calor del invierno". Ese calor que necesitamos para vivir, que buscamos y preparamos: frazadas, desayuno caliente, abrigo, matecitos, un calefactor, lanas,o el simple gusto de sentarse junto a la chimenea. Compañía de los que amamos.

Este invierno, diferente y desafiante, "nos quedamos en casa" -los que podemos. Otros afrontan el desafío sin más opciones. Entendemos más que nunca lo vulnerable que somos, pero, además, tenemos una oportunidad única para cuidar y amar a nuestros afectos más cercanos, quienes comparten el mismo lugar físico. Interactuar, perdonar y que nos perdonen, escuchar y que nos escuchen; y poder cambiar, todos nosotros.

Solos no podemos, pero Dios es nuestra ayuda. En este tiempo especial, Dios, el Creador de todo, sigue amándonos y esperándonos. Hablemos con Él. Hablá con Él. Él te responderá y actuará a tu favor. Él es la mejor compañía para nosotros y nuestra familia. 
Él es quién prepara el refugio en invierno, quien cuida de vos y de mí; quién hace mucho, muchísimo más de lo que podemos imaginar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario