martes, 17 de agosto de 2021

Introspección

Un objetivo válido y nunca infructuoso: examinarnos a nosotros mismos. Tenemos la opción de no ser iguales: siempre podemos mejorar. Aunque un poco de introspección nos viene bien a todos, la decisión es nuestra.

Fuimos creados para crecer, desarrollarnos y progresar. Podemos colaborar con Dios en esa transformación interior que lleva a cabo en cada uno de los que acudimos a Él: Dios nos invita a reflexionar sobre lo que debemos cambiar, perfeccionar o dejar. Y también a hacer algo al respecto.

Con la ayuda de Dios, reconociendo nuestra necesidad, podemos superar todas esas cosas que nos han vencido muchas veces: el carácter individualista, los hábitos arraigados que nos frenan, los recaudos extremos que nos impiden avanzar, los límites autoimpuestos a nuestra veta más fructífera, los temores. 

¡Qué podamos comprender cabalmente cuánto nos ama Dios! Cuánto bien nos espera, cosas que no imaginamos, pero que Dios preparó para quienes lo aman y le creen. Sabernos tan amados nos mueve a ser mejores.

En la vida, considero, no hay casualidades. Hay propósitos, caminos, rumbos, decisiones. Un Dios Perfecto que reina sobre todo, pero que nos ha dado la libertad de elegir. 

Hoy, aquí y ahora, tenemos incluso la libertad de elegir creerle a Dios, con todo lo que implica. Si nunca lo hiciste, hoy puede ser ese día, que será ¡inolvidable!

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