viernes, 4 de junio de 2021

Lluvia

Llueve. La lluvia fría salpica mi ventana. En tardes como estas, casi noche, me aquieta ese repiqueteo del agua que cae. Escucho y disfruto, la habitación cálida, el mate a mi derecha, mis libros, mi gata soñolienta y mi familia en casa. Tarareos y silencios. Sonrisas. Mientras escribo, doy gracias a Dios por su bondad.
 
En esta noche de invierno tengo la paz que da el sentirse amado, aceptado y perdonado. ¡Dios me ama y lo sé! Me ama con amor inexplicable, me ha recibido tal cual soy, me ha perdonado y me ha hecho una nueva persona. ¡Qué felicidad es conocer al Dios que nos ama!

Hay personas que se se sienten solas, cansadas y apesadumbradas. No encuentran alegría en la lluvia, ni tampoco música. ¡Si supieran cuánto los ama Dios! Muchos no lo saben. No han recibido el gozo del perdón y la paz. 

¿Estás así? ¿No conocés a Jesús? 

Dios está atento a tu vida y a tu corazón. Nunca estás solo. Dios te ama y quiere ser parte de tu vida. Es más, quiere darte una vida nueva. Acudí a Él confiando en su amor. Podés hablarle ahora mismo: Él te escucha y te responderá. Él cambia el lamento en baile, y te llenará de alegría con su presencia. ¡Dios es bueno! Comprobalo por vos mismo.

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