sábado, 14 de enero de 2023

Cristales

Se dice que “Las cosas son del color del cristal con que se miran”. Depende de nuestra perspectiva, de nuestra forma de pensar, e incluso del papel que tienen los sentimientos en nuestra percepción. No siempre podemos ser tan objetivos como quisiéramos. El estado anímico, físico y emocional afecta la manera en que vemos el contexto que nos rodea. A veces vemos a través de cristales opacos o lentes oscuros; otras, con más claridad. El cansancio puede quizás opacar nuestra realidad. La preocupación, distorsionar nuestra visión. La ansiedad, levantar una bruma. Si nos sentimos optimistas vemos tan claro "el vaso medio lleno", y si nos desanimamos tal vez no veamos nada, ni siquiera la salida. ¿De qué color estamos viendo las cosas, la vida? Quizás debamos sacudirnos los sentimientos negativos, despejar la razón de argumentos vanos y limpiar el corazón otra vez.

Es muy fácil sentirse abrumado ante la realidad que nos rodea.  Somos influenciados por el entorno y las circunstancias. Nos puede nublar la mente, la mirada y opacar el día. Tenemos la facultad de decidir sacudirnos ese polvo y mirar con una perspectiva diferente: Dios tiene un propósito bueno en todo lo que hace. Él diseñó nuestros días y tiene el control de nuestra vida si se lo pedimos. Permitamos que Él ajuste el enfoque de nuestros pensamientos. Cuando miramos “con sus cristales”, con su perspectiva, las cosas son distintas  y nítidas. 

Hablar con Dios, contarle lo que pasa, lo que vemos, cómo lo vemos, limpiará nuestra forma de ver, quitará oscuridad, y podremos pensar claramente. Se disiparán las preocupaciones y los temores agazapados desaparecerán. Cuando Dios interviene renueva la mente, las fuerzas y nos da la actitud correcta para afrontar todos los desafíos nuevos. 

Dios, que hace cada día para nosotros, está dispuesto a acompañarnos. Podemos confiar en su amor y en su ayuda. Sin lugar a dudas, confiar en Él es una sabia decisión. Transitar cada tramo con Él vivifica la esperanza y genera expectativa, claridad y alegría.

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